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¿Quién es? | ¿Quién es Gonzalo Celorio, mexicano de raíces cubanas, Premio Cervantes 2025?

En la novela Tres lindas cubanas, Gonzalo Celorio explora las contradicciones de la revolución cubana a través de la historia de su familia materna.     

Gonzalo Celorio Blasco, Premio Cervantes 2025.
Gonzalo Celorio Blasco, Premio Cervantes 2025.

El escritor, ensayista y académico mexicano Gonzalo Celorio Blasco fue galardonado el 3 de noviembre de 2025 con el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, el máximo reconocimiento de las letras en lengua española. El jurado destacó su excepcional obra literaria y labor intelectual, que durante más de cinco décadas contribuyó al enriquecimiento del idioma y la cultura hispánica. Nacido en Ciudad de México en 1948, Celorio es hijo de madre cubana y padre mexicano, una herencia familiar que marcó profundamente su obra literaria, especialmente en Tres lindas cubanas, novela donde explora las contradicciones de la Revolución cubana a través de la historia de su familia materna.

El ministro de Cultura de España, Ernest Urtasun, anunció la decisión del jurado en un acto celebrado en el Auditorio Jorge Semprún de Madrid. El galardón, dotado con 125.000 euros, reconoce a Celorio porque 

A lo largo de más de cinco décadas, ha consolidado una voz literaria de notable elegancia y hondura reflexiva en la que conjuga la lucidez crítica con una sensibilidad narrativa que explora los matices de la identidad, la educación sentimental y la pérdida. 

Gonzalo Celorio se convirtió así en el séptimo escritor mexicano en recibir este prestigioso galardón, tras Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Fernando del Paso y Elena Poniatowska.

Cuando conoció de la entrega del premio, la escritora cubana Wendy Guerra, residente en España, escribió en su perfil de Facebook:

El premio Cervantes anunciado hoy en Madrid, despierta en mí una gran alegría. Orgullosa de que el autor mexicano Gonzalo Celorio reciba el Premio Cervantes. Su sangre cubana, la de su madre, puede sentirse en los latidos y musicalidad de su sensible, aguda y entrañable narrativa. ¡Te abrazo fuerte, querido Gonzalo! ¡Muchas felicidades a México! Hoy gana la lengua española y también, la literatura cubana.

Una familia entre dos mundos: Cuba y México

La madre de Gonzalo Celorio nació en Las Palmas de Gran Canaria, Islas Canarias, pero vivió su infancia y juventud en La Habana, mientras que su padre fue un diplomático mexicano destinado en Cuba, donde conoció a su futura esposa. Esta doble raíz geográfica y cultural se convirtió en uno de los ejes centrales de su obra literaria. Celorio ha realizado numerosísimos viajes a Cuba, en gran medida por razones genealógicas, una experiencia que nutrió no solo su narrativa sino también su comprensión de la identidad latinoamericana.

Familia del escritor Gonzalo Celorio (al centro, en el regazo de su madre) en 1948.
Familia del escritor Gonzalo Celorio (al centro, en el regazo de su madre) en 1948.

En la novela Tres lindas cubanas, publicada en 2006 por Tusquets Editores, Celorio radiografía las contradicciones de la revolución cubana inspirándose en su familia materna. La novela narra el destino de tres hermanas de la alta burguesía habanera: su madre, quien se trasladó a México; una tía que abrazó con fervor la causa revolucionaria y falleció en Cuba convencida de las bondades del proceso; y otra tía que partió al exilio en Miami, donde murió sola en un asilo de ancianos. 

La génesis de esta novela responde a un conflicto personal profundo que Celorio llevaba años procesando. Confesó en una entrevista:

La necesidad de escribir viene porque cada vez que alguien atacaba a la revolución cubana adoptaba una actitud crítica y cada vez que alguien la defendía acríticamente mi posición era muy crítica hacia ella por lo que me estaba volviendo un poco loco por esa suerte de gran ambigüedad moral más que política.

Para Celorio, la revolución cubana fue algo fundamental para su generación y para la articulación del boom latinoamericano y la generación de 1968, por lo que decidió abordar ese asunto no en términos políticos ni ideológicos, sino en términos novelísticos. El resultado fue un libro que, más allá de la saga familiar, constituye una reflexión sobre la ilusión perdida de un proyecto revolucionario. "Cuba pudo ser el futuro de América aunque ahora apenas podemos compartir el pasado de una ilusión hoy definitivamente perdida", sentenció Celorio al ser preguntado sobre su posición frente a la Cuba de entonces y ahora.

Una voz entre la memoria y la ficción

El crítico literario Ricardo Orozco Castellanos ha señalado que Tres lindas cubanas transita entre la saga familiar y el libro de viajes, aunque en última instancia se trata de una novela. Este carácter híbrido, lejos de ser un defecto, constituye una de las principales virtudes de la narrativa de Celorio. Orozco destaca: 

El texto de Celorio tiene justamente la riqueza de la combinación, la mestiza sabiduría de quien ha abrevado en las fuentes nativas —México, Cuba, España— un barroco connatural.

Según el académico mexicano, Celorio utiliza 

La mano izquierda —la mano del corazón— para entregarse a la catarsis de la memoria y echa mano —con la derecha, la mano del cerebro— de la espada de la ironía, sólo cuando es necesario matizar los excesos dramáticos que toda vida conlleva, novelada o no, para no caer en el patetismo. 

Esta dualidad permite al autor rescatar el pasado familiar sin caer en la sentimentalidad gratuita ni en el panfleto político.

"Tres lindas cubanas" de Gonzalo Celorio (2006).
"Tres lindas cubanas" de Gonzalo Celorio (2006).

Bolero, memoria y nostalgia cubana

La presencia de Cuba en la obra de Celorio no se limita a Tres lindas cubanas. En su libro de memorias Ese montón de espejos rotos, publicado en 2024 por Tusquets Editores, incluye el capítulo "Nostalgia prematura", donde hace un recorrido por los boleristas y los recuerdos de sus numerosísimos viajes a Cuba. Celorio explica que Cuba, con su bolero, sus cantantes y compositores, con su rica cultura, está presente en su memoria musical y literaria: desde la Sonora Matancera hasta Bienvenido Granda, Celio González, Bola de Nieve y Celia Cruz, además de figuras mexicanas como Agustín Lara y Pedro Vargas. El autor afirma que el bolero es 

Un venero verdaderamente inagotable y riquísimo de la expresión lírica de nuestros países hispanoamericanos que tiene una fuerte presencia en Cuba, pero que el bolero también nos pertenece en términos nacionales. 

Para Celorio, el bolero representa el último modernismo hispanoamericano, con letras que muestran "un gusto por las palabras cultas, elegantes, prestigiosas", como en las canciones de Agustín Lara.

Celorio reconoce que su generación estuvo marcada por otros ritmos, "por el rock and roll o por la canción de protesta", pero después se dio cuenta de que el bolero era un género muy identitario de la cultura hispanoamericana. Esta comprensión tardía lo llevó a dedicar parte de su obra a analizar con rigor hermenéutico las letras de los grandes compositores de boleros.

Un puente entre las literaturas cubana y mexicana

Gonzalo Celorio ha sido, en sus propias palabras, "uno de los alcahuetes para que los escritores de dentro y los de afuera dialogaran". Durante muchos años, como responsable de la difusión cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), intentó establecer una casa de la UNAM en La Habana. Las gestiones con las autoridades cubanas requirieron cuarenta viajes, pero terminaron en un fracaso porque "les dio miedo la A de Autónoma", algo que el propio Celorio narra en Tres lindas cubanas como "la crónica de un fracaso".

Sin embargo, su labor como director del Fondo de Cultura Económica (FCE), entre 2000 y 2002, le permitió concretar otros puentes culturales. Durante su gestión en el FCE, publicó tres antologías de cuento, ensayo y poesía cubana con una característica: cada volumen contaba con escritores de dentro y de fuera, y los antólogos trabajaron de común acuerdo. Entre estos proyectos destaca la antología del cuento cubano que le encargó a Leonardo Padura, en la que se incluyeron relatos de Reinaldo Arenas, Senel Paz y Jesús Díaz, entre otros. Para Celorio, la unidad de la literatura está fundamentalmente en la lengua, pero no incluyó a escritores cubanos que escriben en inglés, porque, según declaró:

Hay una sola literatura siempre y cuando se escriba en español porque hay una literatura cubana que se escribe en inglés pero es otra cosa porque la patria de una literatura es la lengua. 

Trayectoria académica y editorial

Gonzalo Edmundo Celorio y Blasco nació en Ciudad de México el 25 de marzo de 1948 y su familia procede de Llanes, Asturias. Obtuvo la licenciatura en Lengua y Literatura por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el doctorado en Literatura Iberoamericana por la misma universidad. Desde 1974 ha mantenido una destacada carrera docente, impartiendo clases en diversas instituciones, entre ellas la Universidad Iberoamericana, el Instituto Politécnico Nacional y El Colegio de México.

En 1982 fue director de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA); de 1989 a 1998 fue coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, y de 1998 al 2000, director de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Durante su breve pero intensa gestión al frente del FCE, de diciembre de 2000 a abril de 2002, se publicaron 876 obras e inauguró la Biblioteca del Fondo en La Habana, con una donación del 90 por ciento del catálogo editorial.

En febrero de 2019 asume la dirección de la Academia Mexicana de la Lengua y es miembro correspondiente de la Real Academia Española y de la Academia Cubana de la Lengua. Su pertenencia a esta última refuerza los lazos culturales que ha mantenido a lo largo de toda su vida con la isla.

Gonzalo Celorio junto a las autoras Concepción Company y Malena Mijares en la Academia Mexicana de la Lengua (2025).
Gonzalo Celorio junto a las autoras Concepción Company y Malena Mijares en la Academia Mexicana de la Lengua (2025). Foto de Ariel Ojeda (Milenio).

Obra narrativa y ensayística

La narrativa de Celorio abarca seis novelas que exploran diversos aspectos de la identidad mexicana y latinoamericana. Además de Tres lindas cubanas, destacan Amor propio (1991), que nace del conflicto de un joven que participa en el movimiento estudiantil de 1968; Y retiemble en sus centros la tierra (1999), cuyo título proviene del himno de México y que narra el recorrido de un viejo profesor jubilado y alcohólico por el centro histórico de la Ciudad de México.

En El metal y la escoria (2014), Celorio escribe sobre su familia paterna, originaria de Asturias, que emigró a México a finales del siglo XIX. La novela surge del temor de que su hermano mayor, que padecía Alzheimer y era el confidente de su padre, perdiera la memoria familiar antes de poder transmitirla. El autor utilizó el recurso de imaginarse a sí mismo padeciendo la enfermedad, empleando una segunda persona que funciona como conciencia lúcida. "A partir del momento en que se publicó la novela desapareció mi temor de tener la enfermedad. Otro exorcismo literario", reconoció.

Su novela Los apóstatas (2020) es una obra anticlerical en la que denuncia problemas como el acoso sexual a menores. En el campo del ensayo, Celorio es autor de obras fundamentales como El surrealismo y lo real maravilloso americano (1976), su tesis doctoral sobre Gabriel García Márquez, con quien mantuvo una amistad personal; México, ciudad de papel (1997), traducido al francés; Ensayo de contraconquista (2001); y Cánones subversivos. Ensayos de literatura hispanoamericana (2009).

En el volumen Ese montón de espejos rotos (2024) se juntan memorias fragmentadas de 500 páginas que, según el autor, mezclan "la vida privada con la vida pública". El título proviene de un verso con el que Jorge Luis Borges define un poema a la memoria y, como explica Celorio: "no se trata de ninguna manera de una autobiografía, sino de una serie de recuerdos que se van distribuyendo a lo largo de este libro".

Reconocimientos previos y valoración crítica

El Premio Cervantes 2025 se suma a una larga lista de reconocimientos. En 1986 recibió el Premio de Periodismo Cultural otorgado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) por la obra Los subrayados son míos (1987); en 1997 obtuvo el Prix dés Deux Océans del Festival de Biarritz por El viaje sedentario (1994), traducida al francés; y en 1999 el Premio Nacional de Novela IMPAC-CONARTE-ITESM por Y retiemble en sus centros la tierra (1999).

En 2010 fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura, otorgado por el Gobierno de México, y en 2023 ganó el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores por su libro Mentideros de la memoria (2022). Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, portugués, griego y chino, consolidando su presencia en el panorama literario internacional.

El fallo del jurado del Premio Cervantes señaló que "en sus libros resuenan la ironía, la ternura y la erudición, trazando un mapa emocional y cultural que ha influido en generaciones de lectores y escritores" y que: 

Celorio representa la figura del escritor integral: creador, maestro y lector apasionado, constructor de un legado invaluable que honra la lengua española y la mantiene viva en su forma más alta: la de la palabra que piensa, siente y perdura.

El propio Celorio declaró al respecto a la prensa: 

Estoy muy conmovido porque es un galardón de alto nivel y es el premio más importante que se da en la lengua castellana. Esto me emociona mucho porque es un reconocimiento a mi vocación literaria, a mi amor por la lengua española y por mi vocación cervantina.

La ceremonia de entrega del Premio Cervantes se realiza cada 23 de abril, Día del Libro y aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, España. El galardón, creado en 1975 y concedido desde 1976, reconoce la trayectoria de un escritor que con el conjunto de su obra haya contribuido a enriquecer el legado literario hispano.

Con Gonzalo Celorio, el Premio Cervantes regresa a América Latina después de dos ediciones consecutivas otorgadas a escritores españoles (Álvaro Pombo en 2024 y Luis Mateo Díez en 2023). El mexicano se suma a la lista de grandes figuras de las letras hispánicas que incluye nombres como Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Juan Rulfo (reconocido póstumamente), Dulce María Loynaz, Guillermo Cabrera Infante y Sergio Ramírez, entre otros.

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