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Emigraciones | Vida y escape de impostores

Desde Boris Skossyreff, autoproclamado rey de Andorra, a Ernesto Che Guevara y los represores cubanos que emigran a Florida, la historia está llena de impostores que huyen de su propia obra.

Protestas en Cuba. 11 de julio 2021. Periodista reprimido
Represores, policía vestida de civil, a los que Díaz Canel ha dado carta blanca para matar. | Imagen: Reuters.

En el ciclo del mal la impostura es el colmo de las miserias. Si el hombre no vive o persigue vivir la Verdad mediante el duro ejercicio de la virtud, y se conforma con hologramas de sí mismo ante sus semejantes, en vano edifica. La valentía inicial es hacer lo justo, que es lo Verdadero, en un mundo de mentiras. Oscar Elías Biscet, Oswaldo Payá y una larga lista de hombres, lo hicieron en Cuba.

Si el sino del que dice la Verdad es escarpado, funesto es el legado del que aplaude lo falso.

Entre 153-145 a.C reinó en Siria Alejandro Balas, un aventurero oriundo de Esmirna que, por su parecido físico con Antíoco IV, fue presentado como hijo suyo y legítimo pretendiente al trono seléucida. El impostor hizo correr la sangre cuando juntó hombres que desenvainaron la espada contra quienes defendían lo justo. Si bien venció en el campo de batalla, la mentira no se hizo Verdad. Aunque engañó a reyes de su época, como Ptolomeo VI de Egipto y Ariarates V de Capadocia, lo falso no mutó a cierto. 

Un hombre que no ha sido educado en el arte de gobernar, sino en el de mentir, no dejará más legado que el caos. La gente de Siria no lo quería, sus aliados e incluso su propia esposa, Cleopatra Thea, le dieron la espalda. Su suegro, Ptolomeo Filometor, lo derrocó, y Siria volvió a manos de la dinastía que él había roto

El perverso quiere obstruir el flujo de la Verdad, pero acaba como un necio cortando a tijerazos el agua del arroyo.

Otro impostor profesional que usurpó corona fue Boris Skossyreff, autoproclamado Boris I, rey de Andorra. Había nacido en 1900 lejos de ese pequeño estado de los Pirineos, en el entonces Imperio ruso. Entre su padre, militar, y su madre, descendiente de la nobleza, eclosionó la personalidad de quien el escritor Miguel Izu llamaaventurero con reconocido don de gentes y facilidad para los idiomas”.

Aun sin derecho a título, Boris empleó antes de salir de Rusia el de barón. Dejó cheques sin fondos e historias estrambóticas sobre sí mismo por la Europa de entreguerras. Se instaló en Francia con una marsellesa 15 años mayor que él, tratando de regularizar su documentación. En 1931, decepcionado por no conseguir ni la nacionalidad ni el permiso de residencia, rompió el pacto matrimonial. Un impostor ve a sus semejantes como recursos, y al orden como un obstáculo para sus caprichos. 

Otro vago y delincuente de mucho más renombre fue el argentino Ernesto “Che” Guevara.

En 1933 se estableció en Andorra con una amante inglesa y otra norteamericana, alojadas en hoteles distintos. Y entre la impostura que vendía a ambas mujeres, empezó a maquinar la idea de hacerse del pequeño principado. 

“Desde el hotel Mundial de Seo de Urgel inicia una operación propagandística, lanza proclamas y corteja a la prensa internacional -resumió Izu. Afirma que el presidente francés carece de derechos como copríncipe de Andorra; el Verdadero heredero es el pretendiente a la Corona francesa, el duque de Guisa, su primo, para el que actúa como lugarteniente”. Todo falsedad.

En el verano de 1934 se autoproclamó príncipe soberano de Andorra, publica una Constitución, destituye al Consejo General y declara la guerra al obispo de Urgel. Al final del humo, lo detienen policías españoles y le deportan a Portugal bajo la Ley de Vagos y Maleantes.   

Otro vago y delincuente de mucho más renombre fue el argentino Ernesto “Che” Guevara. Sus hazañas incluyen mandar al paredón y sin juicio a cientos de valientes, destruir la banca de una de las principales economías latinoamericanas y zozobrar en cada intento guerrillero en África y Suramérica. 

Souvenirs con temática sobre Cuba y el comunismo cubano.
"Cuba". | Imagen: Pixabay

Y qué decir de los activistas del progreso que portan el retrato del asesino en el pulóver. El que consume imposturas es más peligroso que el impostor en sí, por maleable. Dicen que era doctor y esparció muerte; que era un pensador y fue ideólogo del fracaso; que luchaba por justicia (¿social?) y guió a Cuba al totalitarismo. Impostor. Todo socialista es un dictador disfrazado, según Ludwig Von Mises. El mayor fraude en sí es el Socialismo, quienes lo enarbolan están obligados a llenar de arcoiris y unicornios la idea futura. La Verdad de huesos rotos, cuerpos helados, dientes quebrados, no es buena promoción.

En la Primera Internacional, Mikhail Bakunin escribió en un programa que circuló privadamente: “aquí entra Satanás, el eterno rebelde, el primer librepensador y emancipador de los pueblos. Él hace que el hombre se avergüence de su ignorancia y obediencia bestiales. Él lo libera, le estampa en su frente el sello de la libertad y humanidad, urgiéndole a desobedecer y a comer el fruto del conocimiento”.  Y continúa Bakunin: “En esta revolución tendremos que despertar al diablo en las gentes, para provocar las pasiones más bajas”. Cuando el pastor cubano Alain Toledano dice que el Socialismo es una idea satánica, no está lejos de la Verdad.

Impostores cubanos en Estados Unidos

Represores, policías vestidos de civil. Protestas en Cuba
Represores, policías vestidos de civil. | Imagen: Reuters.

Lo que hace a Cuba infernal es ese sistema, pero el sistema no es posible sin una legión de ayudantes. Gente que oscila entre la cobardía y el fanatismo. Círculos de militares, funcionarios, colaboradores, chivatos, que alejan a la isla de Occidente, la tradición y la ley natural.

Al final, hasta ellos abandonan el “paraíso terrenal”. Huyen de lo que la Constitución de 2019 describe como un “Estado socialista de derecho y justicia social, democrático, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos como república unitaria e indivisible, fundada en el trabajo, la dignidad, el humanismo y la ética de sus ciudadanos”.  Representando ese párrafo, poema de burócratas, Yisell Eguez González, fiscal de la ciudad de Santa Clara, juzgó con mano de hierro a los cinco condenados por participar en las manifestaciones del 11 de julio de 2021 en Caibarién, Villa Clara.

Carlos Michael Morales, José Rodríguez, Javier Delgado, Ysel Fumero y Magdiel Rodríguez, enfrentaban condenas de entre 6 y 4 años por cargos de desórdenes públicos, atentado y daños a la propiedad estatal. Cuando los acusados hicieron sus declaraciones y explicaron cómo sucedieron los hechos, vinieron los testigos de la Fiscalía, que no eran otros que los mismos policías de civil. “Los llamaron uno a uno y tuvieron muchas contradicciones en sus testimonios”, indicó Adriana Delgado a la prensa independiente en aquel momento. Ella presenció el juicio contra su padre, Javier Delgado y las otras cuatro personas en noviembre de 2021.

A días del juicio, Yakelin Licor y su esposo, José Rodríguez, tramitaron una revisión de causa contra la fiscal Yisell Eguez González por “tergiversar los testimonios de los cinco encausados”.

 “Y ahí mismo, en el Bufete Colectivo, cuando fui a buscar una respuesta oficial a mi denuncia, tres meses después, me dicen que a quien yo denunciaba ya no trabajaba allí”, contó Licor para este artículo. “A raíz de eso empecé a averiguar, y no se encuentra en el país”.

Si entró a los Estados Unidos por la frontera sur o por vías legales, a Licor le parece inmoral. Para ser fiscal en la isla es necesario jurar lealtad al Partido Comunista y la Revolución, y por tanto comprometerse con el adoctrinamiento sobre el “imperio norteamericano” y el “capitalismo salvaje” que tantas mentes ha nublado en la Cuba de los Castro.

“Vivo satisfecha de quién soy: comunista de alma y corazón. Y ahora, más que nunca, no tengo qué temer de mi pasado, y mucho qué hacer por el futuro, por mi gente, la de aquí”, tecleó.

Resaltar lo inmoral en la actitud de un esbirro como la fiscal es importante. La totalidad de las acciones en la vida de un individuo se ejercen en un plano moral. El ejercicio político es la administración de lo moral, qué es lo bueno, qué lo malo, qué Verdad y qué mentira. Por eso la gente se irrita con las fallas de oficiales electos, porque lo conductual, lo que se aprueba o no en cenáculos del poder tiene repercusiones en el mundo “real”.

La vía más reciente para emigrar hacia Estados Unidos, el Programa de Parole, que beneficia a los cubanos, también es moralmente defectuoso, entre otras cuestiones, por su incapacidad para identificar represores. De acuerdo con una fuente que solicitó anonimato, el militar cubano y exescolta del dictador Fidel Castro, Ernesto Iglesias, podría llegar a territorio estadounidense por la reclamación de una sobrina residente en Miami. “Iglesias sirvió en la primera línea de explosivos por años. Hoy, los 7.000 pesos que cobra no le alcanzan para vivir en La Habana”, relató la fuente.

Otra historia similar es la de María de los Ángeles Vidal, participante junto a su esposo Oscar Izquierdo, alto funcionario de la empresa estatal Oro Negro, en delaciones y actos de repudio en La Habana. En 2016 escribió un correo electrónico al escritor exiliado José Raúl Vidal, su hermano, después de que este celebrara el fallecimiento de Castro. “Vivo satisfecha de quién soy: comunista de alma y corazón. Y ahora, más que nunca, no tengo qué temer de mi pasado, y mucho qué hacer por el futuro, por mi gente, la de aquí”, tecleó. 

Desde marzo vive en Hialeah, un área miamense de mayoría cubana, gracias, presuntamente, al parole humanitario. Fuere por esa vía, por reunificación familiar o por obtención de un permiso I-220A en la frontera, José Raúl Vidal cuestiona “el criterio para que los oficiales de Emigración estadounidenses abran las puertas del país a alguien”. 

Webs que abordan la realidad cubana han reportado, además, la entrada a Estados Unidos de servidores, esbirros y militares del régimen socialista. Impostores que ocultan sin miramiento en los formularios federales su hoja de servicios al último régimen totalitario del Hemisferio.

Violadores de la libertad religiosa como Roberto Batista, Víctor García y su esposa, miembros de las Brigadas de Respuesta Rápida, que acosaban a las Damas de Blanco antes o después de salir a misa, también arribaron a Estados Unidos. García y su pareja aparecen en un video del 2015 en un mítin de repudio contra miembros del grupo opositor femenino, organizado por la policía política en la calle San Nicolás, entre Reina y Salud, La Habana.

El funcionariado también escapa de la crisis en la que el sistema marxista ha embotado a Cuba. Huyen como ratas de un barco que se hunde.

En las imágenes, tomadas por el periodista independiente Serafín Morán, puede verse a García amenazar a las Damas y luego lanzarles desperdicios de una cubeta. Las mujeres gritaban "¡Libertad!". 

La prensa independiente también ha recogido la presencia en Estados Undios de otros colaboradores castristas, como uno que responde al nombre de Roilán, presunto represor del 11J.

Militares profesionales han pasado las fronteras norteamericanas, como Carlos Emilio, Jefe local de la Policía Nacional Revolucionaria en Sancti Spíritus, Felipe Abstengo, político del Ministerio del Interior (MININT) en Cienfuegos y su esposa, Flora Figueroa, también servidora del cuerpo represivo.

El funcionariado también escapa de la crisis en la que el sistema marxista ha embotado a Cuba. Huyen como ratas de un barco que se hunde. Lázaro Castellanos Matos, miembro del Buró Municipal del Partido Comunista de Caimanera, que manipuló en los medios oficiales información sobre la manifestaión en esa localidad de Guantánamo este 2023. Según el internauta Ernesto Sánchez, “está esperando parole”, y tiene familia en los Estados Unidos.

Otros “cuadros” profesionales como el funcionario del Instituto de Deportes (INDER), Juan Alberto Zambrano, o Marta Robles Baró, mandamás de la aerolínea estatal Cubana de Aviación y su esposo, presunto oficial de la policía política, según el activista Víctor Dueñas, andan por las calles de los Estados Unidos.

Todos los nombres acá, junto a los que desconocemos, necesitan de dos cosas para enmascarar su desvergüenza. No solo una historia que mimetice el temor racional de los que empujamos al régimen en su propia guarida, sino el silencio del testigo y los oídos tapados de quienes velan e imparten justicia. Además de hacerse pasar por los presos de conciencia y sus familiares, por los periodistas vigilados, por los pastores acosados, por mí, necesitan los sentidos anestesiados de quien ame la Verdad.

Yoe Suárez

Yoe Suárez

(La Habana, 1990) Autor de los libros de no ficción La otra isla (Finalista Beca Michael Jacobs 2016 e International Book Latino Award 2019), En esta ribera mi cuerpo (Mención Premio Casa de las Américas 2018), El soplo del demonio. Violencia y pandillerismo en La Habana (2018), llevado al mediometraje documental Punkie. Coordinó Espectros (2016), primera antología de periodismo narrativo cubano. Traducido al inglés y al italiano. Premio de Reportajes Editorial Hypermedia 2017 y  2018. Publicó en Newsweek, Univisión, Vice, El Español. Fue corresponsal del canal estadounidense CBN News. Documentalista. Cuentos suyos fueron llevados al audiovisual, y varios reportajes al cómic en el libro Quiebre de espíritu. Aparece en antologías de poesía y ensayo dentro y fuera de Cuba.

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