Las Fuerzas Armadas cubanas poseen un grupo empresarial que controla importantes sectores de la economía. GAESA es su nombre, y administra por ejemplo el 44 % de las habitaciones hoteleras del país, que son también las de más alto estándar.
Este grupo empresarial no está sometido a la jurisdicción de la Contraloría General de la República y dispone de un brazo financiero propio. Las inversiones guiadas por GAESA superan con creces las que se realizan en sectores sociales claves como la educación y la salud pública.
Por solo mencionar algunas cifras, en el primer trimestre de 2021 se invirtió en salud y asistencia social 157 veces menos de lo invertido en hoteles y servicios inmobiliarios. En el caso de la educación, la cifra determinada fue 366 veces inferior. Además también superan las inversiones en ramas fundamentales de la economía que contribuyen al sostenimiento de la ciudadanía, como es el caso de la agricultura.
A pesar de que Cuba importa el 80 % de la comida que consumen los cubanos, también en el primer trimestre de 2021 se invirtió 19 veces más en la rama inmobiliaria que en la agricultura.
Sin embargo, la información relativa al accionar de este grupo empresarial, a pesar de estar relacionada con el quehacer diario de la ciudadanía, es manejada como si fuera información sensible para la defensa y la seguridad nacional del país.
¿Cuánto produce GAESA realmente? ¿Cómo se definen sus inversiones? ¿Por qué existen tantos hoteles en Cuba cuando desde 2008 la mitad de las habitaciones permanecen vacías y el gasto por turista disminuye? ¿Por qué no se invierte ese dinero en los hospitales, las escuelas y en la agricultura?
La ciudadanía debería tener fácil acceso a estas interrogantes. La transparencia es un deber de los gobiernos y el acceso a la información pública, veraz y oportuna es un derecho humano. Tenemos derecho a saber.