El pasado 15 de noviembre tuvo lugar el Examen Periódico Universal (EPU) de las Naciones Unidas (ONU), en el cual fue evaluado el gobierno de Cuba en cuanto a la situación de los Derechos Humanos en la Isla.
El EPU es un proceso de la ONU mediante el cual se revisa de forma periódica el historial de derechos humanos de cada uno de los 193 Estados Miembro de esta organización. Del EPU se encarga el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Durante este suceso, el periodista Mario Luis Reyes actuó como enviado especial de Árbol Invertido en Ginebra, sede del evento, y reportó todo lo sucedido.
Aquí, 144 países le hicieron recomendaciones al Estado cubano, referidas en su mayoría a la situación de la violencia de género, el acoso a los periodistas independientes y la situación de los presos políticos. Con respecto a este último tema, de hecho, estuvieron relacionadas algunas de las más “dudosas” afirmaciones de la delegación cubana.
¿Dónde y cuándo se ha dicho que “en Cuba no hay presos políticos”?
Durante el EPU a Cuba, Luis Emilio Cadaval afirmó textualmente "En Cuba no hay presos políticos". Este representante de la delegación cubana se desempeña en la Isla como Instructor judicial del Departamento de la Seguridad del Estado del Ministerio del Interior (MININT).
De acuerdo a la experiencia de miles de periodistas, activistas, artistas o ciudadanos comunes cubanos, la Seguridad del Estado es la encargada de desterrar, hostigar e interrogar/secuestrar a los opositores del castrismo. Es la policía política de la Isla, encargada de “desarmar” cualquier posible manifestación anti-gubernamental.
Casi inmediatamente después de este pronunciamiento, el perfil de X (antes Twitter) de la Cancillería de Cuba publicó lo siguiente: “No existen [en Cuba] presos políticos. Nadie es condenado por su opinión política.”
Esta misma cuenta se encargó de postear y compartir muchas de las controvertidas declaraciones hechas por la delegación cubana.
Otras figuras públicas como artistas o intelectuales, siempre afines al gobierno cubano, también han afirmado que en Cuba no existen presos políticos. Israel Rojas, vocalista, compositor y director del dúo Buena Fe, aseguró en una entrevista concedida a OnCuba en mayo de este 2023 que no sabía de la existencia de presos políticos en la Isla.
“Que yo conozca, no. Y no voy a hablar de algo que no conozco”, fue su respuesta ante la pregunta de la periodista Milena Recio sobre los cubanos encarcelados por manifestarse pacíficamente durante las protestas del 11 de julio de 2021.
Incluso, el propio presidente del país ha asegurado en algún momento que “no hay presos políticos en Cuba”. Según él, solo existen “presos comunes” en el país, procesados por cometer “actos vandálicos”: “Los que salieron el 11 de julio a tirar piedras, a actuar contra el pueblo, a saquear, en cualquier lugar del mundo estuvieran presos”. No fueron a la cárcel “porque están en contra de la Revolución, [sino] sencillamente porque cometieron delitos contra el patrimonio, contra el orden”.
Medios y organizaciones que recopilan información sobre presos políticos en Cuba
Árbol Invertido/Cubalex
Primeramente, en esta propia revista existe un listado con los nombres de las mujeres presas políticas en Cuba. Elaborada a partir de datos compartidos por el medio Cubalex, esta lista enumeraba 112 mujeres apresadas. A ellas estuvo dedicado el Foro Intemperie III: Te pareces a la libertad, iniciativa de Árbol Invertido para generar el debate y la concientización sobre temas fundamentales para Cuba y su gente.
Prisioners Defenders
Asimismo, la organización Prisioners Defenders ofrece en su sitio web informes mensuales que detallan la cantidad de presos políticos en Cuba, así como cuánto tiempo llevan en la cárcel, entre otros datos. Para octubre de 2023, Prisioners Defenders contabiliza 1071 presos en Cuba por causas políticas, de los cuales un 11% son mujeres y 34 son menores de edad.
En esta misma página web se especifican los “tipos delictivos” que se imputan a los prisioneros políticos, con el fin de “camuflar” como “ordinaria” la causa de su encarcelamiento. Estos son:
- Desórdenes públicos
- Desacato
- Atentado
- Sedición
- Sabotaje (ejecutado mediante tribunales militares)
- Resistencia
- Propaganda enemiga
- Desobediencia
- Peligrosidad social predelictiva
Observatorio Cubano de Derechos Humanos
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), por su parte, afirmó en su informe anual de 2022 que en Cuba ocurrieron más de 5500 acciones represivas en todo ese año. De acuerdo a esta fuente, “Cuba terminó 2022 con al menos 976 presos por motivos políticos o de conciencia, la mayoría relacionados con las manifestaciones del 11 y 12 de julio de 2021”.
Justicia 11J
De igual forma, el sitio web Justicia 11J registra desde aquellas históricas protestas 1888 detenciones relacionadas con este o con hechos similares y posteriores. En cada uno de estos casos, Justicia 11J se ha encargado de ofrecer información relacionada con la persona, como su nombre, una foto en caso de poseerla, la provincia de residencia, el estatus penal (“sancionado” la mayoría de las veces) o el último reporte que se tiene del sujeto, “En detención”, “En excarcelación” o “En el exilio”.
Amnistía Internacional
La organización Amnistía Internacional declara en su sitio web lo siguiente: “En marzo [de 2023], Amnistía Internacional solicitó acceso al país para asistir a los juicios de las personas detenidas, pero las autoridades no permitieron el acceso a observadores internacionales”.
Esta institución también afirma que las autoridades cubanas tomaron “la inusual medida de hacer públicas al menos 6 sentencias relacionadas con unas 129 personas”. Habían sido acusadas, sobre todo, de “lanzar piedras o botellas contra agentes encargados de hacer cumplir la ley, y algunas habían sido condenadas a 30 años de prisión”.
A pesar de que no ofrece un número total de “presos de conciencia”, como se refieren a estos casos, Amnistía Internacional sí ofrece datos sobre los casos de Luis Manuel Otero Alcántara, Maykel Castillo Pérez y José Daniel Ferrer García, encarcelados por “una serie de cargos utilizados históricamente para acallar a la disidencia”, como “desórdenes públicos”, “desacato” y “ultraje a los símbolos de la patria”.
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