Este martes 10 de octubre, el gobierno cubano fue reelegido por sexta vez como miembro del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas (ONU).
Durante los meses anteriores a esta determinación, una buena cantidad de organizaciones y grupos opositores cubanos, defensores de la democracia y la justicia en el mundo, habían abogado porque el gobierno cubano quedase fuera de este organismo.
En esta votación, realizada de manera secreta, por lo cual se desconoce qué países apoyaron al gobierno de la Isla, Cuba obtuvo 146 votos a favor de su candidatura y ocupó junto a Brasil y República Dominicana los tres cupos destinados a países América del Sur y el Caribe.
El presidente Miguel Díaz-Canel apuntó en X (antes Twitter) que este fue “Un lugar ganado practicando la solidaridad, la cooperación, el respeto a la dignidad y el derecho de todos los pueblos del mundo a vivir en paz.”
"La reelección de Cuba al Consejo de Derechos Humanos es un reconocimiento de la comunidad internacional a la labor humanista de la revolución", escribió también en esta misma red social el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla.
Activistas como Carolina Barrero y Magdiel Jorge Castro también se pronunicaron en contra de este suceso. “Vergüenza a los Estados cómplices que con su voto han permitido a perpetradores de crímenes de lesa humanidad tener un escaño”, publicó la primera en X. El segundo declaró, también en X, que era una “vergüenza” que “un régimen con más de 11 mil detenciones arbitrarias en cinco años ocupe un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.
La impunidad del régimen cubano y el resto de estados miembros
“No es justificable que en el propio seno de la ONU se ofrezca impunidad a una Dictadura violadora de Derechos Humanos”, declaró el Partido Demócrata Cristiano (PDC), “Los sistemas totalitarios se sienten impunes. Las denuncias interpuestas por organizaciones u organismos internacionales quedan en papel mojado”.
En Cuba, “Desde el último Examen Periódico Universal (EPU) en 2018 y hasta la fecha actual [octubre de 2023] se han registrado 11.123 detenciones arbitrarias”, afirma el PDC.
Así, numerosas organizaciones ofrecieron varias causas por las cuales el gobierno cubano no está en condiciones de ostentar dicho título. Entre ellas se encuentran los más de mil presos políticos, la ausencia de libertad de prensa, los feminicidios, la persecución a artistas y la falta de libertad de asociación.
De esta forma, la diplomacia del régimen cubano suma 18 años como miembro de este organismo, fundado en marzo de 2006 por la Asamblea General de Naciones Unidas mediante la Resolución 60/251. A pesar de las numerosas y constantes denuncias de violaciones de derechos humanos de todo tipo en la Isla, la ONU se niega a escuchar.
Junto a Cuba, resultaron electos otros países como Albania, Costa de Marfil, Indonesia y Japón. Entre estos aparecen también otras naciones como Burundi, China o Kuwait, que han recibido numerosas acusaciones por violaciones de derechos humanos en sus respectivos territorios.
Rusia, por su parte, había sido expulsada de este Consejo desde el 2022, tras la invasión a Ucrania. Aun así, 83 países avalaran la petición de Moscú de regresar al Consejo, que requería contar con 97 votos.
El gobierno de la Isla ha mostrado su apoyo en varias ocasiones a las acciones rusas en Ucrania y, junto a la propia Rusia, es sospechoso de haber establecido una red que envía mercenarios cubanos a pelear en territorio ucraniano. Sin embargo, nada de esto, entre muchísimas otras denuncias, ha sido suficiente para que la ONU decida sancionar al gobierno de Díaz-Canel.