El periodista cubano José Raúl Gallego publicó este lunes varios documentos inéditos de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) en Cuba que se habían mantenido en secreto durante décadas, hasta que fueron entregados al investigador bajo la condición de anonimato y acceso abierto para que pudieran ser difundidos y analizados públicamente.
Los documentos consisten en seis archivos redactados entre 1966 y 1968, provenientes de unidades militares en la antigua provincia de Camagüey, y en ellos se detalla la política oficial del régimen para internar y "reeducar" a homosexuales, disidentes y religiosos en las UMAP, utilizando métodos de trabajo forzado y adoctrinamiento.
¿Qué revelan estos documentos sobre las UMAP?
El contenido de los archivos publicados en las redes sociales de José Raúl Gallego confirma la institucionalización de la homofobia y la represión en Cuba desde el comienzo de la llamada Revolución Cubana, revelando además planes detallados para "borrar todo comportamiento amanerado o antisocial" en los centros de reeducación.
Los documentos muestran la manera en que estas unidades se convirtieron en un mecanismo de represión estatal durante los primeros años de Fidel Castro en el poder y confirman la existencia de políticas oficiales dirigidas a la "reeducación" de personas consideradas indeseables por el régimen, incluidos homosexuales, religiosos y disidentes políticos.
Uno de los aspectos más reveladores es la forma en que los internados eran clasificados en diferentes grupos basados en su orientación sexual y su afiliación política:
Había un llamado Grupo A que incluía a homosexuales que eran afines o vinculados a la Revolución. Estos individuos, considerados reformables, podían ser enviados a un "Centro Modelo de Reeducación" con la esperanza de que su comportamiento pudiera ser "corregido".
El denominado Grupo B estaba compuesto por "contrarrevolucionarios" que, aunque se oponían al régimen, no deseaban abandonar el país. A estos individuos se les sometía a un proceso más intenso de reeducación y, en algunos casos, podían ser transferidos al Grupo A si mostraban signos de cambio.
Por último, existía un Grupo C que incluía a aquellos que eran considerados irrecuperables y que querían salir del país. A estos individuos se les trataba con métodos "muy rígidos" hasta que eventualmente abandonaran la isla.
Métodos de reeducación
Un análisis de los seis documentos revelados permite comprender algunos de los métodos utilizados para "reeducar" a los internados, como es el adoctrinamiento y trabajo forzado, donde los recluidos eran obligados a participar en trabajos duros, con la esperanza de modificar su comportamiento a través de la disciplina militar y el trabajo físico.
Otro método utilizado en las UMAP era el de la segregación, pues los individuos internados eran segregados no solo por su orientación sexual, sino también por el grado de "exposición" de su sexualidad. Por ejemplo, se distinguía entre aquellos homosexuales que tenían manifestaciones externas más evidentes, como caminar o vestirse de manera “afeminada”, y aquellos cuya homosexualidad era menos visible.
Los internos en las UMAP también sufrían algo conocido como experimentación psicológica, pues les aplicaban técnicas de castigo y recompensa, como conceder días de salida o negar permisos, con el objetivo de modificar sus comportamientos. Los documentos también mencionan la intervención de psiquiatras y psicólogos en estos procesos.
Por último, como parte de las UMAP se creó un "Centro Modelo" para homosexuales que estuvieran vinculados a la Revolución o que mostraran potencial de cambio. Este centro sería un lugar de transición para aquellos que completaran el Servicio Militar Obligatorio y serviría de modelo para la creación de otros centros similares, incluso para menores de edad.
Otros hallazgos
Los documentos también incluyen informes sobre la persecución de diversas religiones, en particular el catolicismo y varias denominaciones protestantes. Se les acusaba de ser focos de contrarrevolución y de realizar actividades de espionaje, justificando así su represión.
Para ello, las autoridades elaboraron un inventario detallado de parroquias, publicaciones y actividades religiosas, demostrando la minuciosidad con la que el régimen intentaba controlar y suprimir cualquier forma de disidencia.
En resumen, las UMAP fueron campos de trabajo forzado establecidos en Cuba entre 1965 y 1968 a los que muchos de sus sobrevivientes describen como auténticos campos de concentración, por lo que son recordadas como uno de los episodios más oscuros de la historia de la represión en Cuba.
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