La conmemoración oficial cubana del 28 de octubre, en que cada año escolares cubanos arrojan flores al mar o a los ríos en homenaje al comandante rebelde Camilo Cienfuegos, generó controversias en 2025 tras difundirse un video donde una maestra hace que los niños lancen las flores en el fregadero de un aula.
La escena, grabada en esta fecha, y viralizada en redes, reavivó el debate sobre el sentido y la ejecución de las ceremonias políticas en las escuelas de la isla, pensadas para el adoctrinamiento temprado de los niños de la isla. Desde 1960, cada 28 de octubre, el tributo oficial consiste en "lanzar ofrendas de flores al mar y a los ríos" en todo el país, según las características de las diferentes regiones en que se ubiquen las escuelas. Pero no se dice nada de fregaderos u otros depósitos.
Publicaciones en redes sociales polemizan sobre la escena, en que un grupo de niños, guiados por una docente, depositan las flores en un fregadero, mientras la mujer trata de cantar la letra del tema Canto a Camilo del cantautor Carlos Puebla. Las entradas describen el hecho como “homenaje… en un fregadero” y lo sitúan en el marco de los actos del 28 de octubre.
Reacciones y preguntas abiertas
El video generó críticas por el contraste entre el rito establecido (arrojar flores a ríos o al mar) y su ejecución en un fregadero, percibida por muchos usuarios como una desnaturalización del homenaje. Otros comentarios señalan problemas logísticos frecuentes (falta de condiciones para realizar actos públicos masivos) que empujan a escuelas a recrear la ceremonia dentro de los centros, sin desplazar a sus estudiantes para unirse a los tradicionales desfiles.
A falta de una una comunicación oficial específica, la tradición sitúa el acto en espacios naturales como mares o ríos. En redes, las publicaciones que difundieron el video no aportan detalles de la escuela, municipio o docente involucrados, ni constan aclaraciones institucionales posteriores.
La historia oculta tras la tradición oficial del 28 de octubre en Cuba
En Cuba, esta fecha conmemora la desaparición física del comandante rebelde Camilo Cienfuegos en 1959. Desde 1960 se instauró entre escolares y organizaciones juveniles el gesto de lanzar flores a cursos de agua. El rito se mantiene hasta hoy como práctica oficial y comunitaria. Aunque la muerte de Cienfuegos aun resulta polémica, por las circunstancias nunca aclaradas de su muerte.
El 28 de octubre de 1959, Camilo Cienfuegos, uno de los líderes más queridos de la revolución cubana, desapareció misteriosamente cuando regresaba en una avioneta Cessna 310 desde Camagüey hacia La Habana. Su viaje tuvo un motivo político delicado: poner fin a una rebelión militar interna encabezada por el comandante Huber Matos, jefe del Regimiento de Camagüey, quien había presentado su renuncia en desacuerdo con el creciente control comunista dentro del nuevo gobierno. Fidel Castro envió personalmente a Camilo, entonces jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde, para arrestarlo y calmar la situación. Cienfuegos logró detener a Matos sin derramamiento de sangre y restablecer el orden, pero pocas horas después, al emprender el vuelo de regreso a La Habana el 28 de octubre de 1959, su avión desapareció sin dejar rastro.
La versión oficial atribuyó la tragedia a malas condiciones climáticas o un fallo mecánico, aunque nunca se encontraron restos de la aeronave ni de su tripulación. Desde entonces, el régimen ha mantenido sin cambios esta explicación, mientras diversas investigadores y testigos apuntan a tensiones internas dentro del poder como posible causa de su destino.
Camilo gozaba de enorme popularidad, un carisma que lo hacía tan admirado por el pueblo como potencialmente incómodo para el liderazgo político emergente, y se había declarado anticomunista. Su misteriosa desaparición, ocurrida justo después de mediar en el conflicto con Matos, dejó abiertas las sospechas de que pudo haber sido víctima de una maniobra interna ordenada por el propio Fidel Castro o su hermano Raúl. Seis décadas después, el enigma de su vuelo a Camagüey sigue siendo una de las sombras más persistentes del régimen de la isla, y el mito de Camilo continúa flotando entre la lealtad, el silencio y la historia no contada.