ÍNDICE
- ¿Quién fue el Che y por qué su imagen se volvió un mito?
- El origen del mito: del Diario en Bolivia al póster en Europa
- La foto de Korda: entre la historia y las demandas legales
- El negocio del Che: Fidel, Feltrinelli y la familia Guevara
- El Che en la cultura y el arte
- Curiosidades y contradicciones
- Impacto social y político
- Preguntas frecuentes
El negocio global con la imagen del Che revela una de las paradojas más llamativas de la historia contemporánea: la transformación de Ernesto “Che” Guevara, médico argentino y guerrillero comunista, en un ícono de consumo masivo. Su rostro, inmortalizado por Alberto Korda en 1960, es considerado la fotografía más reproducida del siglo XX. Lo que comenzó como símbolo de lucha revolucionaria terminó convertido en estampado de camisetas, souvenirs turísticos y campañas publicitarias internacionales.
En esta página exploraremos cómo se construyó el mito, cómo Fidel Castro, la familia Guevara–March y diferentes actores lo convirtieron en negocio, y qué contradicciones políticas, sociales y culturales encierra esta mercantilización.
¿Quién fue el Che y por qué su imagen se volvió un mito?
Ernesto Guevara de la Serna (1928–1967), conocido como el Che, fue un revolucionario argentino-cubano que participó en la Revolución cubana (1959), ocupó cargos en el nuevo gobierno y promovió la guerrilla en África y América Latina. Murió ejecutado en Bolivia en 1967.
El rostro mítico que todos reconocen proviene de la foto Guerrillero Heroico, captada por Alberto Korda el 5 de marzo de 1960 en La Habana, durante el funeral de las víctimas de la explosión del barco La Coubre.
- La imagen muestra al Che con boina negra y estrella roja, expresión firme y mirada al horizonte.
- Décadas más tarde, el Victoria & Albert Museum la describió como “la fotografía más reproducida de la historia”.
El origen del mito: del Diario en Bolivia al póster en Europa
Tras la ejecución del Che en 1967, su figura adquirió carácter legendario. Fidel Castro convirtió su memoria en símbolo nacional, con murales y consignas como “Seremos como el Che”.
En 1968, el Instituto del Libro de Cuba publicó por primera vez el Diario del Che en Bolivia, manuscrito recuperado por militares bolivianos y filtrado a La Habana. El texto reforzó la idea de Guevara como mártir revolucionario.
Ese mismo año, el editor italiano Giangiacomo Feltrinelli imprimió millones de copias de la imagen de Korda, iniciando la difusión internacional del mito en Europa, especialmente en ambientes estudiantiles y movimientos de izquierda radical.
La foto de Korda: entre la historia y las demandas legales
Una imagen sin royalties
Alberto Korda nunca recibió compensación por la explotación masiva de su foto. Cuba no estaba adherida al Convenio de Berna de protección de derechos de autor, lo que permitió que la imagen circulara libremente durante décadas.
Juicios emblemáticos
- En el año 2000, Korda demandó a la marca Smirnoff por usar la foto en una campaña de vodka. El caso terminó en acuerdo extrajudicial por 50.000 dólares, que Korda donó al sistema de salud cubano.
- En 2002, la hija de Korda, Diana Díaz, demandó a Reporteros Sin Fronteras por usar la imagen en una campaña contra la censura en Cuba. La organización fue condenada a pagar 6.000 euros.
El negocio del Che: Fidel, Feltrinelli y la familia Guevara
El uso por parte de la Revolución cubana
Fidel Castro convirtió al Che en bandera ideológica del régimen. Su rostro aparece en billetes, murales y sobre el Ministerio del Interior en la Plaza de la Revolución de La Habana.
En los años de crisis del Periodo Especial (década de 1990), la imagen del Che se transformó además en mercancía turística: camisetas, gorras, carteles y souvenirs para extranjeros, vendidos como parte del marketing revolucionario.
Feltrinelli y la internacionalización
El editor italiano Giangiacomo Feltrinelli fue decisivo en el salto de la figura del Che al mercado global. Publicó masivamente el Diario de Bolivia y distribuyó carteles con la imagen de Korda.
La familia Guevara–March
- Aleida March, viuda del Che, firmó acuerdos millonarios en los años 90 con editoriales europeas como Feltrinelli, destinando parte de los beneficios a financiar el Centro de Estudios Che Guevara en La Habana.
- Aleida Guevara, hija del Che, denunció públicamente el uso de la imagen en perfumes, bebidas alcohólicas y campañas publicitarias.
- Los descendientes también emprendieron negocios: tours en Harley-Davidson en Cuba (Ernesto Guevara, hijo menor), energías renovables en España (nieto Roberto Guevara), exportaciones desde Miami (nieto Marcos Guevara).
El Che en la cultura y el arte
- Jim Fitzpatrick, artista irlandés, creó en 1968 la versión gráfica en blanco, negro y rojo que convirtió la foto de Korda en un ícono pop, usado en pósters, camisetas y grafitis en todo el mundo.
- En música, la canción “Hasta siempre, Comandante” de Carlos Puebla (1965) consolidó su culto popular.
- En cine, el documental Chevolution (2008) analiza la conversión del rostro del Che en una franquicia global.
- En literatura, el Diario del Che en Bolivia es pieza clave tanto histórica como simbólica.
Curiosidades y contradicciones
- Imagen más reproducida del siglo XX: según el Victoria & Albert Museum, la foto de Korda supera en circulación a cualquier otra imagen fotográfica.
- De revolucionario a souvenir: en Cuba, los turistas compran imanes de nevera y camisetas con su rostro en tiendas estatales de La Habana Vieja.
- Paradoja ideológica: el Che defendía el sacrificio revolucionario, la lucha armada y el rechazo al capitalismo, pero su imagen hoy sostiene un multimillonario mercado de consumo.
- Humor popular en Cuba: una broma local ironiza con la consigna escolar “Seremos como el Che”, cambiándola a “Seremos como el Chef”.
Impacto social y político
El negocio global con la imagen del Che ilustra cómo un símbolo ideológico puede ser manipulado tanto por un régimen político como por el mercado internacional.
- Para la izquierda mundial, su rostro es todavía emblema de rebeldía.
- Para el gobierno cubano, es recurso propagandístico y fuente de divisas.
- Para el mercado global, es una marca rentable, despojada de su contexto original.
La contradicción es evidente: un hombre que defendió la violencia revolucionaria y escribió que “habrán de correr ríos de sangre” para instaurar el socialismo, hoy aparece en tazas y perfumes en manos de multinacionales.
El Che Guevara, convertido en mito tras su muerte, se transformó también en marca global. Fidel Castro lo canonizó como héroe nacional, la familia Guevara–March gestionó sus derechos editoriales y comerciales, y el mercado mundial explotó su rostro como emblema de rebeldía.
El resultado es una paradoja histórica: el Che, símbolo de lucha contra el capitalismo, convertido en una de sus mercancías más rentables. Una historia que sigue generando admiración, críticas y controversias en torno al poder de las imágenes y los mitos políticos.
Preguntas frecuentes
¿Cómo se publicó por primera vez el Diario del Che en Bolivia?
Fue confiscado por militares bolivianos tras su muerte, copiado y entregado a La Habana. En 1968, el Instituto del Libro de Cuba lo publicó en una edición oficial, incompleta. Décadas más tarde se difundieron versiones facsimilares con las páginas faltantes.
¿Por qué Alberto Korda no recibió beneficios por su foto más famosa?
Porque Cuba no era parte del Convenio de Berna de derechos de autor, lo que permitió que la imagen circulara libremente. Korda sólo actuó legalmente cuando la foto se usó en productos que él consideraba contrarios al espíritu revolucionario, como bebidas alcohólicas.
¿Qué papel jugó la familia Guevara en el negocio de la imagen?
Aleida March, la viuda, firmó contratos con editoriales internacionales y creó el Centro de Estudios Che Guevara. Sus hijos y nietos han impulsado negocios turísticos y empresariales relacionados con el nombre Guevara.
¿Qué contradicción representa el negocio global con la imagen del Che?
Que un hombre que defendía la lucha armada contra el capitalismo haya terminado como icono comercial de ese mismo capitalismo. Su rostro, usado como símbolo de rebeldía, se ha convertido en souvenir turístico y marca de moda.