Este miércoles comienza la visita a La Habana del representante especial de la Unión Europea (UE) para los Derechos Humanos, Eamon Gilmore, solo dos días después de la muerte en prisión del manifestante del 11 de julio Luis Barrios Díaz, uno de los 1.062 prisioneros políticos cubanos, según el más reciente informe de Prisoners Defenders.
Aunque se desconoce hasta el momento la agenda de la visita, se especula que participará en el Cuarto Diálogo sobre Derechos Humanos UE-Cuba, que tendrá lugar este viernes 24 de noviembre.
En esta ocasión numerosos activistas e integrantes de la sociedad civil cubana han unido sus voces para exigir a Gilmore un pronunciamiento sobre la situación de los prisioneros políticos en Cuba a través de la etiqueta #GilmoreElSilencioMata.
Al respecto, Carolina Barrero, una de las impulsoras de la iniciativa, dijo a Árbol Invertido que “la campaña está puesta en función de pedirle nuevamente a la delegación de la UE que se manifieste, que se pronuncie, que no continue haciendo silencio, porque el silencio no ayuda a los derechos humanos, el silencio ayuda a los perpetradores”.
“Por tanto, continuaremos durante su visita poniendo la foto de un preso político, su nombre, su causa, su delito, su condena. Invitamos a toda la ciudadanía cubana a que se sume. Si tienes un familiar, un amigo, alguien a quien admiras en prisión, publica su foto y sus datos junto a la etiqueta #GilmoreElSilencioMata.
La activista cubana, quien se reunió con Gilmore en Bruselas a finales del mes de octubre, dijo que “es hora de que la UE se posicione del lado de los derechos humanos o del lado de los represores. No cabe ya más el lugar para la neutralidad”.
Las principales peticiones de los activistas cubanos al funcionario europeo están encaminadas a que tenga encuentros con la sociedad civil independiente, los familiares de los prisioneros políticos, los activistas, periodistas, y que se pronuncie sobre la situación de estos grupos.
No obstante, además de la represión y el hostigamiento a la sociedad civil independiente, el funcionario europeo estará obligado a indagar sobre temas como la crisis alimentaria que vive la población, el alza de la violencia de género y los feminicidios, y el colapso del sistema sanitario cubano.
Carolina Barrero dijo que han pedido “haga públicas esas reuniones, que dé muestras que expresen de qué lado está realmente la UE, que sean fehacientes muestras de apoyo a la causa de los derechos humanos en Cuba y a la causa de la libertad”.
El recelo de la sociedad civil cubana respecto a la visita responde al tratamiento que le ha dado la UE en los últimos años a Cuba, y agravado por la visita del Alto representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrel, quien durante su viaje a la Isla en mayo de este año hizo caso omiso a las demandas de los defensores de derechos humanos.
Amnistía Internacional también se pronunció sobre la visita de Gilmore, a quien le reclamó “hacer un llamado público para la liberación inmediata de personas injustamente encarceladas”, como son los casos de José Daniel Ferrer, Luis Manuel Otero Alcántara, Maykel “Osorbo”, Donaida Pérez Paseiro y Loreto Hernández.
Además, Amnistía Internacional le pidió “reunirse con defensores de los derechos humanos cubanosdentro y fuera de Cuba, asegurando que sus voces sean escuchadas”, e “instar a Cuba a respetar los derechos humanos de inmediato”.
La pasada semana el régimen cubano fue señalado por más de 100 países durante el Examen Periódico Universal de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, otro tema que no deberá pasar por alto el representante especial de la UE para los Derechos Humanos durante su estancia en Cuba.