Este miércoles el Examen Periódico Universal (EPU) al que fue sometido el Estado de Cuba por parte del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) dejó numerosos titulares en la prensa y provocó diversas reacciones por parte de la sociedad civil de la isla, pero sobre todo abrió un abanico de dudas ante las afirmaciones llamativas realizada por la delegación cubana.
Al respecto, el periodista de Árbol Invertido Mario Luis Reyes, que se encontró presente en la sede de la ONU de Ginebra, donde se realizó el EPU, dijo que “los ahí presentes se mostraban sorprendidos ante muchas de las afirmaciones realizadas por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla y otros miembros de la delegación”.
“Al final del discurso de Parrilla este dijo a los presentes que en Cuba se respetan los derechos humanos e invitó a que quien quisiera constatarlo visitara la Isla, lo que provocó risas y sobresaltos entre muchos defensores de derechos humanos presentes en la sesión, pues llevan años intentando entrar al país y no se les permite”, agregó Reyes.
“De hecho, entre las recomendaciones que recibió el Estado cubano en más de una ocasión fue permitir que los observadores de derechos humanos ingresen a la Isla, aun así, Bruno Rodríguez tuvo el atrevimiento de realizar dicha afirmación en ese lugar”, añadió.
En ese sentido, el periodista anunció que la unidad verificadora de Árbol Invertido está trabajando en un chequeo de las afirmaciones más controversiales realizadas por los integrantes de la delegación cubana en el EPU, el cual será publicado en los próximos días.
“Estamos haciendo un trabajo de investigación sobre muchas de las afirmaciones realizadas allí, tanto de asuntos relacionados con los prisioneros políticos y la libertad de expresión, como de temas referentes a la educación, la salud, la situación de las mujeres y la propia sociedad civil cubana”, añadió Mario Luis Reyes tras regresar de Ginebra.
El EPU es un mecanismo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU donde cada Estado debe responder a los cuestionamientos de los demás Estados miembros cada cuatro años y medio.
En esta ocasión las críticas al Estado cubano se centraron en las limitaciones a la libertad de expresión, de asociación y de prensa, así como a la falta de legislaciones que protejan a las mujeres de la violencia machista, la existencia de la pena de muerte y la amenaza que representa el nuevo Código Penal.
También numerosos Estados pidieron a la delegación cubana en Naciones Unidas que firme y ratifique el Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el protocolo opcional de la Convención contra la Tortura.