El embajador y representante permanente del Estado cubano en Ginebra, Juan Antonio Quintanilla, dijo este sábado que tomarían en cuenta las recomendaciones “de espíritu constructivo y de cooperación” recibidas en el Examen Periódico Universal (EPU), pero no así las que “se sustentan en prejuicios y pretenden hegemonías ideológicas”.
A propósito del cierre de la actual etapa del proceso del EPU, el funcionario cubano escribió en su cuenta de Twitter que a partir de este momento se inicia “un amplio proceso de análisis de las recomendaciones recibidas, para dar respuesta sobre las mismas durante el 55º período de sesiones del Consejo de Derechos Humamos”.
Será en el mes de marzo cuando el Estado Cubano presente su informe de respuesta a las recomendaciones recibidas este miércoles en Ginebra, en un EPU que fue cubierto en vivo por Árbol Invertido, donde el régimen de la isla recibió cientos de recomendaciones por la situación de los derechos humanos.
En ese sentido, Quintanilla afirmó que “un grupo mayoritario de las recomendaciones” contarán con el apoyo del Estado cubano, no obstante, calificó a otro grupo como “inaceptables para Cuba” debido a que “cuestionan el orden constitucional y legal” del país.
Además, dijo que esas recomendaciones “se sustentan en prejuicios y pretenden hegemonías ideológicas”.
Entre las principales recomendaciones que recibió Cuba en el EPU estuvo ratificar el Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el protocolo opcional de la Convención contra la Tortura.
También les recomendaron garantizar la libertad de opinión, expresión, reunión pacífica y asociación, prevenir y poner fin al acoso, la intimidación y las amenazas a defensores de DD.HH., periodistas y artistas, así como que libere a los presos políticos y de conciencia.
Numerosos países insistieron en la importancia de abolir la pena de muerte, crear una una Institución Nacional Independiente de Derechos Humanos en línea con los principios de París y garantizar la independencia del poder judicial.
El discurso del canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla y de los otros funcionarios del régimen que participaron en el EPU estuvo basado en afirmaciones dudosas y controversiales, negando las denuncias recibidas y mostrando una falsa disposición a trabajar en la defensa de los derechos humanos en la isla.