Surgido por iniciativa de estudiantes del Instituto Superior de Arte (ISA), el movimiento #FreeAbelLescay ya suma más de trescientas firmas que piden la exoneración del joven músico condenado arbitrariamente por el régimen cubano. A pesar de las amenazas a los firmantes y los ataques institucionales, los simpatizantes de la causa del artista siguen demandando su libertad a través de plataformas como Facebook y WhatsApp.
El más reciente ataque contra la iniciativa proviene precisamente de una declaración del ISA, la cual reconoce la participación de estudiantes y profesores de ese centro en lo que catalogan como "un activismo político contrarrevolucionario en las redes sociales".
La misiva en defensa de Abel González Lescay, estudiante de 2.o año del ISA en la especialidad de música, fue dirigida a Miguel Díaz-Canel; al presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo; al ministro de Educación Superior, Ramón Saborido Loidi; al ministro de Cultura, Alpidio Alonso; al presidente de la Asociación Hermanos Saiz y al rector de la Universidad de las Artes (nombre actual del ISA), José Ernesto Novaez Guerrero.
El documento expone las circunstancias del caso de Abel, sentenciado a seis años de prisión por los presuntos delitos de "desacato agravado de carácter continuado, desórdenes públicos y desacato de figura simple de carácter continuado", todo por improvisar un rap en la vía pública (según consta en el acta del Tribunal Provincial Popular de Mayabeque), mientras transcurrían las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 en Bejucal.
“Tal hecho, en el marco de las manifestaciones, no representó un desencadenante para el desorden público. Al amparo de la actual legislación penal, la conducta de Lescay no resulta típica, es decir: no hubo en ningún momento gritos de alarma, no se profirieron amenazas sobre un peligro común, ni se ha demostrado que se haya tenido el propósito de provocar pánico o tumulto”, explica el texto que se difunde en solidaridad con el joven.
Sin embargo, para las autoridades del ISA y sus ecos, como la revista universitaria Alma Mater, "la campaña intenta apelar a la empatía de estudiantes y profesores, simplificando los hechos por los cuales fue sancionado Abel González Lescay y desconociendo el ordenamiento jurídico existente en el país, pues su caso se encuentra en proceso de revisión por el Tribunal Supremo Popular". Añadiendo leña al fuego, el comunicado de la institución menciona supuestas "indisciplinas" cometidas por Lescay en el período y asegura que sus aulas "no darán espacio a los enemigos de la Revolución".
Días atrás, los integrantes de #FreeAbelLescay denunciaron en su grupos de Facebook que se encontraban "bajo presión por el uso de métodos profilácticos (como citaciones, llamados de advertencia e insinuación de consecuencias de no abandonar) con firmantes y participantes". Algo que verificó a Radio Martí el actor y activista Daniel Triana.
"Tengo una amistad cercana que en la universidad lo ‘agarraron’ dos profesores para advertirle que de ‘arriba’ (la dirigencia) estaban muy preocupados con ese movimiento de Free Abel Lescay y que puede tener consecuencias para los implicados, consecuencias que pueden pasar por la expulsión de la universidad”, dijo Daniel Triana, quien reconoció que algunos coordinadores de la propuesta se han tenido que retirar por miedo.
También la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) tomó cartas en el asunto, intentando persuadir a sus militantes de no firmar la carta que pide la revocación de los cargos contra Lescay. No obstante, el movimiento #FreeAbelLescay respondió diciendo que "si lo que desean es tomar el asunto con sus propias manos y representar nuestra posición de no permitir esta injusticia, con gusto se lo cedemos. Todos estamos esperando que la FEU cumpla con su deber. Se pueden quedar con los créditos".