Estados Unidos, Reino Unido y Francia dieron un paso significativo esta semana en la guerra en Ucrania al autorizar el uso de misiles de fabricación propia de largo alcance por parte de Kiev contra territorio ruso, una decisión que cambió la postura previa de limitar el armamento avanzado a combates dentro de Ucrania.
Medios internacionales como Reuters y The New York Times confirmaron que Ucrania ya utilizó los misiles ATACMS proporcionados por EEUU para atacar la región rusa de Briansk, mientras que los misiles Storm Shadow británicos fueron lanzados contra la región de Kursk.
El presidente estadounidense Joe Biden justificó la autorización como un paso necesario para reforzar las capacidades de Ucrania frente a Moscú, mientras el británico Keir Starmer y el francés Emmanuel Macron respaldaron esta postura, destacando la necesidad de consolidar una posición de fuerza en el conflicto.
Respuesta inmediata de Rusia: ataques y nueva doctrina nuclear
Paralelamente al anuncio de las potencias occidentales, Vladimir Putin anunció un cambio en la doctrina nuclear rusa, ampliando los escenarios en los que Moscú podría usar armas nucleares. Ahora, la nueva política contempla su empleo no solo en casos de amenaza existencial, sino también ante riesgos críticos a la soberanía rusa, elevando las tensiones en el conflicto.
El Kremlin también aprovechó para intensificar su ofensiva militar al lanzar por primera vez contra Ucrania un misil balístico intercontinental RS-Rubezh acompañado de misiles hipersónicos Kinzhal y misiles de crucero Kh-101.
Estos ataques se dirigieron principalmente a la ciudad ucraniana de Dnipro y otras áreas estratégicas, y aunque las fuerzas de defensa aérea ucranianas lograron interceptar varios misiles, la capacidad de Moscú para utilizar armas de largo alcance y alta tecnología subrayó su disposición a escalar el conflicto.
Preparativos en los países nórdicos ante una posible escalada
Ante la escalada de las tensiones los países nórdicos han intensificado sus preparativos de cara a un posible escenario de guerra en Europa. Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca lanzaron campañas esta semana para educar a sus ciudadanos sobre cómo enfrentar emergencias.
Suecia, por ejemplo, distribuyó guías impresas en todos los hogares con instrucciones sobre almacenamiento de alimentos, evacuaciones y refugios en caso de ataque. Finlandia optó por una estrategia digital, difundiendo información en plataformas en línea para preparar a su población.
Una guerra en escalada: riesgos para el futuro
Tras más de 1.000 días de conflicto, la guerra en Ucrania ha alcanzado un nivel de tensión sin precedentes. La autorización de misiles de largo alcance por parte de Occidente y la respuesta rusa con armamento avanzado han profundizado el enfrentamiento.
Los líderes occidentales, como Biden y Starmer, han reafirmado su apoyo a Kiev, pero el peligro de una escalada nuclear sigue latente. Mientras tanto, el uso de armas estratégicas y los cambios en las políticas de defensa dejan en evidencia la complejidad de un conflicto que parece cada vez más lejos de encontrar una solución pacífica.
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