Otra carta abierta ha llegado hasta la plataforma Avaaz exigiendo el fin al conflicto en Ucrania provocado por la invasión rusa. Esta vez, la misiva aparece firmada por varios premios Nobel de la Paz, quienes invitan a los ciudadanos del mundo a sumarse a este llamamiento contra la guerra y las armas nucleares.
"La invasión de Ucrania ha creado un desastre humanitario para su pueblo. El mundo entero se enfrenta a la mayor amenaza de la historia: una guerra nuclear a gran escala, capaz de destruir nuestra civilización y causar vastos daños medioambientales por toda la Tierra", sostuvieron los laureados, entre los que se encuentran personalidades como Su Santidad el Dalai Lama (1989), el expresidente colombiano Juan Manuel Santos (2016) y el luchador anticomunista polaco Lech Walesa (1983).
En los primeros días de la invasión rusa al territorio ucraniano, las alarmas de todo el mundo se dispararon cuando comenzaron a aparecer imágenes del ataque de las tropas de Putin a la la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. El peligro de otro Chernóbil en una de las tres centrales que continúan activas en la nación invadida, fue disipado por las estructuras de contención que rodean a los reactores para evitar la fuga de radiación.
Hace sólo unos días, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró a la cadena CNN Internacional que Rusia sólo usará armas nucleares en Ucrania si se enfrenta a una "amenaza existencial". Con más de un mes de invasión, la guerra estancada a las puertas de Kiev y la carencia de iniciativas del invasor Vladimir Putin, la posibilidad del uso de armas nucleares no es descartable.
Rusia el país con mayor número de ojivas nucleares en el mundo, sólo superado por el bloque de la OTAN.
La carta de los Premios Nobel, que firmaron además instituciones como la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (1985), la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (2017) y la Oficina Internacional por la Paz (1910), exigieron rotundamente "un alto al fuego inmediato y la retirada de todas las fuerzas militares rusas de Ucrania, y todos los esfuerzos de diálogo posibles para evitar este desastre final".
Con la visita del presidente norteamericano a Polonia, país que comparte frontera con Ucrania y enemigo histórico de Rusia, para muchos especialistas el conflicto parece adquirir matices de guerra mundial, principalmente debido a las fuertes declaraciones de Biden.
"Exigimos a Rusia y a la OTAN que renuncien explícitamente al uso de cualquier arma nuclear en este conflicto, e instamos a todos los países a apoyar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares para garantizar que nunca más nos enfrentemos a un momento de peligro nuclear similar", demandaron los Nobel, para quienes "ha llegado la hora de prohibir y eliminar las armas nucleares. Es la única forma de asegurarnos de que los habitantes del planeta permanezcan seguros ante esta amenaza existencial".
Con más de 300 mil suscriptores en apenas unas horas, la misiva en Avaaz pretende concientizar sobre el peligro real que supone un tercer conflicto de dimensiones globales, notoriamente por ser Rusia el país con mayor número de ojivas nucleares en el mundo, sólo superado por el bloque de países que integran la OTAN, en conjunto.
"Ha llegado la hora de prohibir y eliminar las armas nucleares. Es la única forma de asegurarnos de que los habitantes del planeta permanezcan seguros ante esta amenaza existencial. Es o el fin de las armas nucleares, o el nuestro", continúa de manera rotunda la carta.
"Rechazamos la gobernanza a través de la imposición o las amenazas, y abogamos por el diálogo, la coexistencia y la justicia. Un mundo sin armas nucleares es necesario y posible, y vamos a construirlo juntos. Es urgente que le demos una oportunidad a la paz", concluyen los Nobel, entre los que también se cuentan a Kailash Satyarthi (2014), Leymah Gbowee (2011), Tawakkul Karman (2011), Muhammad Yunus (2006), David Trimble (1998), Jody Williams (1997), José Ramos-Horta (1996), Conferencia Pugwash (1995), Óscar Arias Sánchez (1987) y American Friends Service Committee (1947).