El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, anunció el miércoles 18 de diciembre la eliminación de la libreta de abastecimiento. Este sistema para la compra de alimentos, existente desde 1962, le ha permitido a los cubanos acceder a productos básicos como arroz, pan, huevos y azúcar a precios subsidiados.
Esta medida forma parte de un conjunto de reformas económicas presentadas durante la Asamblea Nacional del Poder Popular, en un intento de "ajustar" el modelo económico de la isla a la profunda crisis que atraviesa.
Marrero explicó que el proceso de eliminación será gradual, avanzando "producto a producto" y afirmó que esta es "una decisión sin marcha atrás". Sin embargo, la falta de detalles sobre cómo se implementará la medida y qué alternativas se ofrecerán a los sectores más vulnerables ha generado una gran incertidumbre entre los ciudadanos, quienes temen que los productos esenciales se vuelvan inaccesibles debido a los altos precios en el mercado "negro" o en los negocios privados.
¿Qué consecuencias tiene para la población el fin de la libreta de abastecimiento?
La eliminación de la libreta de abastecimiento podría agravar la ya precaria situación económica de muchas familias cubanas. Según analistas, la eliminación de estos subsidios deja en el aire a los más empobrecidos (un sector cada vez más amplio en Cuba), que dependen de este sistema para acceder a alimentos básicos a precios controlados.
A pesar de que la libreta de abastecimiento perdía cada año varios de sus productos y se reducía enormemente la calidad de los restantes, constituye un alivio para miles de familias de bajos ingresos. Con los precios de los productos esenciales en constante aumento, se teme que el arroz, el pan y otros alimentos básicos queden fuera del alcance de una parte significativa de la población.