Protesta de vecinos en la comunidad de Santa Felicia, en el municipio Marianao de La Habana. La noche del martes 7 de octubre de 2025, a golpe de cacerola, bloquean la avenida 51, después de sufrir más de nueve horas de apagón continuo y grandes problemas en la estabilidad del servicio eléctrico en los días previos. Las imágenes difundidas en redes sociales muestran el enfado de la población cubana ante el colapso de los servicios básicos.
Una vecina declaró a medios independientes que "en 51 y 88B cerraron la avenida. Tocaron calderos en todo el barrio… hoy se había ido desde las 2:00 de la tarde". Cuando el servicio fue restablecido poco tiempo después, otro vecino ironizó que el cacerolazo "es el nuevo sonido para que las termoeléctricas funcionen".
Las fuerzas represivas del régimen acudieron a la zona y dispersaron a los manifestantes. Se reportaron varias detenciones, aunque el número exacto no ha podido confirmarse (un dato que las autoridades cubanas siempre ocultan).
Mientras los cubanos protestan por la crisis humanitaria que sufre la isla, el presidente Miguel Díaz-Canel criticó la falta de funcionarios en las jornadas de trabajo voluntario convocadas el domingo 5 de octubre de 2025 para limpiar las calles de La Habana, inundadas de basura. El dictador cubano sigue viviendo en una burbuja dentro de su aparato burocrático, y prometió castigar a los "cuadros" que no obedecieron su llamado .