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Libertad de expresión | El joven que desafió a Díaz-Canel en El Cobre publicará libro sobre la crisis en Cuba

"Si un día desaparezco, quiero que se sepa que fue por hablar, no por hacer daño. Este libro no es un ataque. Es un testimonio. No convoco marchas ni conflictos. Convoco a la conciencia. Y no pueden arrestar mi conciencia".

Yoel Alejandro Pérez.
Yoel Alejandro Pérez.

Tras su paso por el Oriente cubano en octubre de 2025, el huracán Melissa creó más problemas de los ya existentes: unos 53.000 desplazados, alrededor de 3,5 millones de cubanos sin servicio eléctrico, y una escasez de alimentos cuyos precios llegan a "costar un ojo de la cara". 

Ante las constantes quejas de la población por la ineficiencia del gobierno, el presidente Miguel Díaz-Canel improvisó un recorrido (fantasma) por las provincias y poblados más afectados para evaluar daños y aparentar posibles soluciones, siendo El Cobre uno de sus destinos "estratégicos". 

En la localidad que acoge el santuario de la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba, el mandatario expuso la acostumbrada narrativa, y un joven sorprendió al mismísimo "líder" cuestionándolo frente a las cámaras. Sin esperarlo, el presidente fue juzgado ante las miradas atónitas de muchos testigos. 

Derrumbe total de una vivienda en El Cobre, Santiago de Cuba, causado por el huracán Melissa (2025).
Derrumbe total de una vivienda en El Cobre, Santiago de Cuba, causado por el huracán Melissa (2025).

¿Quién es Yoel Alejandro Pérez Serrano?

Yoel Alejandro Pérez Serrano, joven trabajador por cuenta propia (residente en el reparto Guamuta de la localidad) tuvo el valor de decir lo que pocos se atreven: que el poder no responde a las necesidades reales del pueblo. Me comentó:

Mi voz se hizo visible porque dije lo que miles sienten, y eso provocó que me expusiera públicamente, incluso enfrentando presiones y riesgos que no buscaba. No fue un acto político, fue un acto humano.

La escena instantáneamente fue amplificada por medios independientes cubanos dentro y fuera de la isla, cambiando el destino del joven, que jamás persiguió ser figura pública. La total convicción de que su país debe liberarse lo llevó a expresarse sin tapujos, y también a terminar un libro que ha estado trabajando "al borde del colapso emocional" y como "acto de supervivencia".

"El silencio me estaba destruyendo"

Sus páginas han sido, poco a poco, el resultado de meses de escritura sin grandes conocimientos de redacción, en un entorno de vigilancia, censura y miedo a perderlo todo: el teléfono, los archivos y la seguridad propia. Pero su premisa es contundente: hacer entender que la crisis cubana no es un accidente, sino el resultado predecible de un sistema que se niega a cambiar. Su mirada no es la de un analista o un político, sino la de un joven que no puede mantenerse inmune ante lo que acontece. "No soy escritor, soy testigo", confiesa, y detalla:

La idea nació hace tiempo, pero empecé a trabajarlo seriamente cuando comprendí que el silencio me estaba destruyendo tanto como la propia crisis del país, cuando ya no podía más con lo que veía: familias destruidas, ancianos abandonados, jóvenes sin esperanzas. Yo no voy a ser cómplice del silencio. Este libro es mi primera experiencia literaria profunda y también mi primera batalla pública.

Para Yoel, su obra ha sido un proceso casi clandestino entre interrupciones, apagones y sobresaltos. Afirma al respecto:

Escribí con miedo, pero también con la convicción de que guardar silencio solo prolonga el sufrimiento. Cada página salió de un lugar donde normalmente solo entra el silencio.

En medio de la oscuridad y los padecimientos, logró plasmar lo que ha estado viendo, a la vez que decodifica la situación de Cuba con datos, estudios y un lenguaje de "cubano de a pie". Durante un mes, el texto pasó por las etapas de edición, diseño y corrección hasta alcanzar su máximo potencial. Confiesa:

Escribí con miedo a que me quitaran el teléfono, a que me lo borraran todo, a que un día simplemente tocaran la puerta. Terminarlo fue casi un milagro. Hubo momentos en los que pensé dejarlo, pero siempre recordaba algo: que si me quedaba callado, el sistema ganaba otra vez.

Yoel ha decidido no revelar el título, ni la fecha de lanzamiento de la versión digital, por su seguridad y porque su "desahogo personal" pueda finalmente ver la luz.

Valoré varios títulos, todos marcados por la tristeza de vivir en un país que te obliga a elegir entre callar o sufrir. La idea original siempre giró sobre lo mismo. El título está en secreto por mi seguridad.

La escena frente a Díaz-Canel no fue un simple arranque, sino fruto del agotamiento social acumulado por una comunidad y un país. Ese momento, que ha recorrido la isla de móvil en móvil, consolidó algo que el autor todavía intenta procesar: su voz dejó de ser solo suya. No habló únicamente por él, sino por miles que se lo confesaron después entre susurros, mensajes y gestos. Su libro recoge esa necesidad: la de un país fatigado que exige ser escuchado sin gritos.

Los ciudadanos comunes —jóvenes, madres, ancianos, trabajadores— se han unido a las voces tradicionales de la oposición cubana. Es una nueva ola de cubanos que sin ideología impuesta, deciden decir "basta" desde la supervivencia y el sufrimiento diarios.

Yoel Alejandro Pérez Serrano en las afueras del Santuario de El Cobre, Santiago de Cuba (2025).
Yoel Alejandro Pérez Serrano en las afueras del Santuario de El Cobre, Santiago de Cuba (2025).

"Si un día desaparezco, mi libro seguirá hablando por mí".

Yoel sabe que este libro, una vez publicado, puede tener repercusiones en su vida y traerle muchas consecuencias. Para bien y para mal. No es un secreto que en Cuba una verdad incómoda gana amenazas, represión y cárcel, por lo que este libro es también su protección, o su testigo, o ambas cosas:

Sé que si algo me sucede, si un día desaparezco o me silencian, mi libro seguirá hablando por mí. Siento el mismo temor que cualquier cubano: que un día te toquen la puerta. No escribo para pelear. Escribo para contar. Si un día desaparezco, quiero que se sepa que fue por hablar, no por hacer daño. Este libro no es un ataque. Es un testimonio, una forma de decir "aquí estamos" por si mañana no puedo hablar. No convoco marchas ni conflictos. Convoco a la conciencia. Y no pueden arrestar mi conciencia.

Pérez Serrano no puede vaticinar qué ocurrirá después de publicar el libro, y si habrá otro. No puede planificar. "Nadie puede hacerlo en un país donde todo cambia en segundos", dice. Prefiere concentrarse para que este texto al menos logre salir. Su única aspiración es que llegue lejos. "Que Cuba respire. Que el mundo entienda. Que la verdad deje de ser un lujo", expresa y añade:

No sé si podré seguir. Dependerá de si permanezco libre, seguro, con fuerzas, y si sigo con vida. En Cuba no se planifica: se sobrevive. Mi única arma es ahora un libro, y si un libro se convierte en un peligro… entonces ya sabemos quiénes son los verdaderos peligrosos.

En un país donde el silencio pesa más que las palabras, su libro puede convertirse en un acto de fe, en un grito tranquilo, una advertencia moral, un espejo para quien se atreva a mirarlo.

Yoel Alejandro Pérez Serrano, desde su amado Santiago de Cuba, cuenta los días como quien sabe que por su mirar diferente muchas cosas pueden acontecerle, pero lo espera sabiendo que su deber como cubano es el correcto, y nada le hace temer. Así lo declara:

Para muchos será la primera vez que lean la verdad desde la mirada de alguien que todavía vive en la realidad que describe. Mi deseo es que llegue a lugares donde no puedo llegar físicamente. Que el mundo entienda. Que el poder escuche. Mi expectativa no es fama; es protección, para mí y para miles. Lo único que puedo hacer es dejar claro que cualquier represalia contra mí será una prueba más de lo que denuncio.

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Frank Lahera O’Callaghan

Frank Lahera O’Callaghan

(Santiago de Cuba, 1988) Es director de cine, guionista, editor, productor y artista visual multidisciplinar, así como curador y gestor cultural independiente. Miembro de la Asociación Hermanos Saíz, es fundador del Proyecto FRACTURA y de la productora audiovisual ProbetaFilms, desde donde articula una obra que cruza el videoarte, el cine experimental, la performance, la fotografía y el arte digital y cripto. Sus trabajos se han exhibido en festivales y galerías de Cuba, México, Estados Unidos y diversos países de Europa y América Latina, y forman parte de colecciones privadas, así como de la colección permanente de la Cerritos College Art Gallery (California). Ha participado en múltiples residencias de creación y su filmografía incluye piezas como Cadáver Xquisito y Manifiesto Hipervisualista, reconocidas en espacios especializados de cine y artes visuales contemporáneas.

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