Este jueves 18 de mayo se dio a conocer por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) la inclusión de dos entidades patrimoniales cubanas en el Registro Internacional de la Memoria del Mundo, dedicado a la preservación, acceso y protección del Patrimonio documental de la Humanidad. En este caso, los carteles de cine cubano y las actas capitulares de La Habana.
Según la propia institución, el Programa Memoria del Mundo tiene los siguientes objetivos:
Facilitar la preservación del patrimonio documental mundial, en particular, en las zonas afectadas por conflictos o desastres naturales; permitir el acceso universal al patrimonio documental a nivel mundial; concienciar a la opinión pública sobre la importancia del patrimonio documental mediante el público en general.
La decisión de incluir ambas colecciones en dicho registro llega durante la celebración del Día de los Museos, una jornada asimismo vinculada a la preservación de los bienes patrimoniales de la sociedad.
De un lado, las actas capitulares, reunidas en 273 libros, entre los cuales se cuentan 200 originales, recuperados en 1930 por Emilio Roig de Leuchsenring (1889-1964), primer Historiador de La Habana. Estos documentos recogen las inquietudes y preocupaciones de los habitantes de la villa desde su fundación, en 1519, ofreciendo un panorama heterogéneo del devenir histórico-social de la ciudad.
Por otra parte, tenemos la colección de carteles de cine cubano, compuesta por casi 3000 piezas que recrean, sugieren e insinúan la temática o el argumento de los filmes que los motivaron. De igual forma, estas obras surgieron con el objetivo de promocionar de una manera estilizada algunos eventos transitorios como determinadas muestras, coloquios o festivales, resaltando evidentemente el dedicado al Nuevo Cine Latinoamericano, celebrado en La Habana.
Entre los artistas que han enriquecido este patrimonio encontramos a Eduardo Muñoz Bachs, Raúl Martínez, Alfredo Rostgaard, René Azcuy, Rafael Morante, Rolando de Oráa, Umberto Peña, Raúl Oliva, René Portocarrero, Servando Cabrera Moreno o Antonio Pérez (Ñiko), por solo citar a algunos de los más significativos.
De acuerdo a la relevancia del caso, varios medios de prensa internacionales como La Vanguardia o Infobae replicaron la noticia. De igual forma, Miguel Díaz-Canel, presidente cubano, felicitó a través de su cuenta en Twitter a los encargados de preservar y promocionar el patrimonio cultural cubano.
La cartelística cubana recibió un impulso institucional considerable durante los sesenta, mientras el cine revolucionario daba sus primeros pasos. Aunque en menor medida, la siguiente década también contó con carteles formalmente osados y renovadores en su propuesta, un valioso acompañamiento para el cine de esos años, de un marcado cariz documental e, incluso, pedagógico.