La crisis del transporte en Cuba persiste como uno de los problemas más acuciantes para la población. En un intento por aliviar la situación, el gobierno cubano anunció la incorporación de 300 triciclos eléctricos para la transportación de pasajeros durante el año 2025.
La medida, que forma parte de una estrategia del Ministerio de Transporte para expandir estos vehículos en 13 ciudades del país, no resuelve la precariedad del sistema de transporte, con escasez de combustible y vehículos anticuados y sin piezas de repuesto. De igual forma, muchos se preguntan de qué manera podrá recargarse asiduamente un triciclo eléctrico, tomando en cuenta la crisis energética que vive Cuba.
Según informó Eduardo Rodríguez Dávila, ministro de Transporte, en declaraciones recogidas por el diario oficialista Trabajadores, actualmente operan 358 triciclos eléctricos distribuidos en varias provincias, con mayor presencia en La Habana, donde circulan 153. Para 2025, se espera llegar a un total de 688 triciclos eléctricos, lo cual representará, según este diario, un equivalente a "96 ómnibus Yutong de Ómnibus Nacionales", dado que cada triciclo puede transportar a seis pasajeros.
La crisis del transporte es un problema estructural
Los triciclos eléctricos, ensamblados en Cuba con componentes importados desde China, se promocionan como una opción más limpia y eficiente, al contribuir a la reducción de emisiones contaminantes. Con una autonomía de 120 kilómetros por carga eléctrica, cada vehículo puede realizar hasta 16 viajes diarios en rutas establecidas. Sin embargo, estas cifras no logran contrarrestar el déficit generalizado de transporte en Cuba, donde la movilidad diaria de millones de ciudadanos depende de un sistema colapsado.
"Estos vehículos han sido una fuente de empleo para trabajadores por cuenta propia", asegura Trabajadores, "que utilizan los ingresos (10 pesos por pasajero) para reparación y mantenimiento", así como para pagar el arrendamiento y el resto de " tributos". A pesar de ser un precio asequible para la población, este dinero en muchas ocasiones no es suficiente para mantener los triciclos en forma óptima.
La demanda supera a la oferta
El contexto actual del transporte público en Cuba exige inversiones mucho mayores que la introducción paulatina de triciclos eléctricos. La falta de ómnibus, la paralización de trenes y la caída del parque automotor público y privado afectan a millones de cubanos a diario.
Si bien los triciclos eléctricos representan un pequeño avance en la modernización del transporte, no constituyen una solución integral a una crisis marcada por décadas de insuficiencias, falta de mantenimiento y una economía en retroceso.
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