A inicios de la pasada semana medios de prensa estadounidenses como Bloomberg y Palm Beach Postrevelaron que el presidente Joe Biden anunciaría de forma inminente un nuevo paquete de medidas para apoyar las Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) en Cuba, con lo cual se desataron las especulaciones sobre las consecuencias que podrían tener estas disposiciones.
No fueron pocos los que se aventuraron a pronosticar un nuevo “deshielo” entre Washington y La Habana, aunque un poco más cauteloso que el de Barack Obama, pues para algunos estas medidas ayudarían a empoderar a un sector empresarial emergente cubano mientras otros aseguran que beneficiará sobre todo a testaferros y figuras protegidas por el régimen.
La información, filtrada por fuentes cercanas al Departamento de Estado de EEUU, no reveló cuales serían las medidas incluidas en el paquete, aunque aseguró que la posibilidad de que los pequeños empresarios cubanos abran cuentas en bancos del país norteamericano es una de ellas.
Con ello, los propietarios de MIPYMES podrían, además de depositar sus ingresos en bancos estadounidenses y manejarlos desde Cuba, acceder a créditos de dichas entidades bancarias.
El Departamento de Estado, que no quiso confirmar la información, dijo creer “que el sector privado es la mejor esperanza de Cuba para generar desarrollo económico y empleo para mejorar los niveles de vida del pueblo cubano y reducir los altos niveles actuales de migración”.
Además, añadió que al ayudar al “emprendimiento independiente y la sociedad civil” apoyaría “al pueblo cubano en sus esfuerzos por mejorar la condición económica de su país, generar empleo y escapar de la pobreza”, lo que indica que las filtraciones están muy cerca de la realidad.
No es raro que una parte de las medidas se filtre días antes de su proclama oficial, pues suele ser una estrategia para sondear a la opinión pública antes del anuncio, que, previsto inicialmente para la pasada semana, pudo verse retrasado por la visita de Miguel Díaz-Canel a Nueva York.
¿Vuelve el deshielo?
Tras la eliminación el pasado año de una parte de las restricciones a la Isla implementadas durante la Administración de Donald Trump comenzaron los rumores de un nuevo “deshielo”, pero todo indica que la represión a las protestas del 11 de julio de 2021 frenó la idea inicial del mandatario estadounidense, quien buscaba una política más amistosa con La Habana.
Lo que muchos se preguntan actualmente es, si este nuevo paquete de medidas, cuyo alcance se desconoce aún, podría traer aparejado algún gesto de La Habana, como sería la liberación de los cientos de presos políticos que permanecen encarcelados desde las protestas.
A mediados de este mes ocurrió una singular reunión en Washington entre el vicecanciller cubano, Carlos Fernández de Cossío y dos altos responsables estadounidenses para América Latina: Brian Nichols, del Departamento de Estado, y Juan González, de la Casa Blanca.
Se presume que en el encuentro el diplomático cubano buscó la eliminación de la Isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo, pero todo indica que las autoridades de EEUU no valoran esa posibilidad.
Por el contrario, la reunión tuvo lugar solo unos días después de que Joe Biden prorrogara por un año más las sanciones de EEUU a Cuba, conocidas como embargo, en un procedimiento que se realiza anualmente.
¿Concesiones mientras el régimen no da nada a cambio y se acerca a Moscú?
La filtración de las medidas de Biden sorprendió a muchos analistas, que no esperaban este tipo de concesiones en un momento donde la Isla parece acercar sus posturas con una Rusia sumamente cuestionada por la invasión a Ucrania.
No obstante, otros lo ven como una especie de disputa política entre ambas potencias, en la cual los EEUU apostarían por una dependencia mayor del sector privado hacia sus bancos, siendo este tal vez la parte de la economía cubana con más perspectivas de crecimiento.
Pero vale mencionar que el sector privado cubano no cuenta con ningún tipo de garantías legales y por la propia legislación de la Isla su crecimiento se encuentra sumamente limitado.
Otra variable que desconcertó a los analistas es la del anuncio de estas medidas cuando se acercan los comicios en Estados Unidos, pues debido a la popularidad de las sanciones a la Isla entre la comunidad cubana, podrían afectar notablemente la candidatura del demócrata en un Estado pendular como es Florida.
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