Este domingo el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel regresó a la Isla luego de una ajetreada visita a Nueva York para participar en el 78 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, lo que provocó numerosas protestas de exiliados en la ciudad estadounidense.
Díaz-Canel, quien arribó a EEUU el pasado domingo, comenzó su visita con un encuentro con los miembros de la misión permanente del régimen ante la ONU, donde se vanaglorió del rol del Gobierno de la isla en la Cumbre del Grupo de los 77+China.
Su primera intervención pública tuvo lugar el lunes, en la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, donde reclamó una reforma al sistema de comercio internacional y aseguró que Cuba implementaría los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
El martes, durante su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas, el gobernante cubano se quejó de las sanciones de occidente a países donde ocurren constantes violaciones de derechos humanos, al calificarlas de medidas “unilaterales” y “coercitivas”.
"(Las medidas) afectan también a Venezuela, Nicaragua y, antes y después, han sido el preludio de invasiones y (el) derrocamiento de Gobiernos incómodos en el Oriente Medio. Rechazamos las medidas coercitivas y unilaterales impuestas a países como Zimbabue, Siria, la República Democrática de Corea e Irán, entre otros muchos países cuyos pueblos sufren el negativo impacto de éstas", expresó.
El miércoles Díaz-Canel intervino en la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Prevención, Preparación y Respuesta frente a pandemias, donde aprovechó para arremeter nuevamente contra Washington y culparlo del colapso sanitario durante la pandemia del Covid-19 en Cuba.
No obstante, el mandatario cubano no mencionó la grave crisis sanitaria que vive la Isla actualmente, mientras se dedicó a ensalzar a las vacunas cubanas, que aún no han sido aprobadas por la Organización Mundial de Salud.
Reuniones a puerta cerrada
Además de sus intervenciones en la ONU, el gobernante cubano aprovechó su visita a Nueva York para reunirse con un grupo de empresarios cubanoamericanos mientras crecen los rumores respecto a una presunta apertura para que esta comunidad pueda invertir y abrir negocios en Cuba.
Funcionarios cubanos presentes en Nueva York dijeron a El Nuevo Herald que el régimen estaba trabajando en una legislación para que los cubanoamericanos puedan invertir en la Isla.
El encuentro tuvo lugar en medio de rumores acerca de nuevas medidas del presidente estadounidense, Joe Biden, encaminadas a flexibilizar las sanciones para las MIPYMES cubanas.
Entre los participantes en el encuentro estuvieron Hugo Cancio, dueño de Katapulk y OnCuba, el magnate Mike Fernández, Ariel Pereda, dueño de una empresa que realiza exportaciones a Cuba, Carlos Saladrigas, presidente del Cuba Study Group y el abogado Ralph Patiño.
También, en otra reunión privada, Díaz-Canel aprovechó para dialogar con artistas, científicos y religiosos estadounidenses, entre los que se encontró el conocido actor Danny Glover.
La reacción del exilio
Una de las actividades de la visita de Díaz-Canel que más polémica causó entre la comunidad del exilio fue su visita a la Iglesia de la Transfiguración para realizar un homenaje a Félix Varela.
Ante este hecho, numerosos opositores y activistas cubanos criticaron la hipocresía del gobernante, al mando de un régimen que reprime de forma sostenida a la comunidad religiosa de la Isla.
Mientras tanto, una parte del exilio cubano se movilizó en Nueva York para protestar contra la presencia del mandatario cubano tanto en los alrededores de la sede de la ONU como de la misión diplomática cubana.
Este domingo, tras la vuelta de Díaz-Canel a La Habana, el régimen cubano denunció el lanzamiento de dos cocteles molotov a la sede de la Embajada de Cuba en Washington, pero hasta el momento se desconocen los autores del ataque.
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