El Ejército ruso volvió a provocar una matanza de civiles en Ucrania cuando en la mañana de este lunes envió una oleada de misiles hacia el país, con mayor énfasis en su capital, provocando la muerte de un total de 38 personas y más de 200 heridos, según los datos del Ministerio del Interior ucraniano.
Uno de los lugares más afectados por el bombardeo fue el hospital infantil de Ojmatdit, entre los más importantes de su tipo en Europa, que sufrió daños en sus cinco edificios. Un ataque posterior destruyó parcialmente el edificio donde se ubican el hospital-maternidad Isida y el centro médico Adonis.
“Ahora que el hospital [de Ojmatdit] ha sido dañado por un ataque ruso, que hay personas bajo los escombros y aún se desconoce el número exacto de víctimas, Rusia no puede alegar desconocimiento de hacia dónde vuelan sus misiles y debe rendir cuentas plenamente por todos sus crímenes”, afirmó Volodímir Zelenski tras los ataques.
Numerosas organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional se han pronunciado en contra de estos ataques. “La destrucción de hospitales, edificios residenciales e infraestructuras esenciales es abominable, y todo acto dirigido contra civiles o despreciativo con la vida de civiles debe ser condenado de forma inequívoca”, declaró Marie Struthers, directora regional de la organización para Europa Oriental y Asia Central.
“Los indicios, ampliamente disponibles y algunos verificados por personal experto de Amnistía Internacional —incluidas grabaciones en vídeo del ataque que destruyó el hospital infantil Ohmatdyt de Kiev—, apuntan sistemáticamente a que el hospital fue alcanzado por un misil de crucero lanzado por Rusia”, añadió la defensora de derechos humanos.
“Los intentos de Rusia de atribuir el ataque a la defensa aérea ucraniana son de una crueldad pasmosa y pretenden desviar la atención de la responsabilidad de Rusia en la muerte de civiles y la destrucción de centros médicos”, finalizó.
Por su parte, la oficina humanitaria de Naciones Unidas (OCHA) también condenó el bombardeo ruso: “Los inaceptables ataques aéreos que este lunes han dañado un hospital infantil en Kiev no son más que otro ejemplo de las terribles consecuencias de la invasión rusa para la población civil de Ucrania”.
Denise Brown, coordinadora de la OCHA en Ucrania, recalcó que “miles de hospitales, centros de salud y clínicas han sufrido daños en los últimos dos años. Las instalaciones sanitarias tienen protección especial en virtud del derecho internacional humanitario debido a que salvan vidas. Los hospitales deben ser protegidos”.