Los periodistas independientes y activistas Héctor Luis Valdés Cocho y Esteban Rodríguez fueron obligados a exiliarse por el régimen cubano en otro capítulo de destierros políticos en la isla. En esta ocasión, además, los desterrados se hallan en un "limbo migratorio", tras la negativa de entrada a Nicaragua y la imposibilidad de volver a Cuba.
"Ayer 4 de enero del presente año, por no saber tolerar una opinión distinta y reconocer que todos y todas tenemos el derecho de expresarnos sin miedo a la represión; el régimen cubano nos obligó a tomar la decisión de abandonar nuestro país con destino a Nicaragua, un lugar donde íbamos a estar por pocos días para ahí emprender la trayectoria que muchos cubanos están tomando huyendo del terror perpetuado por un sistema totalitario", escribió en un post en Facebook Valdés Cocho.
Los nuevos desterrados son dos conocidos comunicadores de la sociedad civil cubana, cuyos trabajos incomodaban a la dictadura. Miembros del Movimiento San Isidro y reporteros de la plantilla de ADN Cuba, contra ambos el régimen se ensañó en 2021, manteniendo una vigilancia casi permanente contra Valdés Cocho, mientras ponía en prisión por ocho meses a Rodríguez. Este último, una de las personas que se manifestaron el pasado 30 de abril en Obispo, intentando acceder al entonces huelguista y hoy preso político, Luis Manuel Otero Alcántara.
"Ocho meses en que su cuerpo fue sometido hasta el último minuto a torturas, confinamientos a celdas de castigo con condiciones infra humanas; toda una ola represiva por el simple hecho de pensar con cabeza propia", contó Valdés Cocho sobre su compañero, a quien, dijo, "llevaron al aeropuerto en la madrugada de ayer, al igual que a mí. Aún Esteban tiene en sus pies las marcas que le dejó las llamadas SHAKIRAS. Todo ese tiempo en que las lágrimas no faltaron; ellos estaban ahí recordando que éramos expulsados y que jamás podríamos regresar".
La dictadura repite así el modus operandi empleado con la pareja del artista Hamlet Lavastida y la escritora Katherine Bisquet, cuando el primero se encontraba en prisión e iniciaron negociaciones para su libertad a cambio de no retornar a Cuba. Esta vez, Rodríguez habría viajado directamente desde la cárcel de máxima seguridad y severidad de Combinado del Este, hasta el aeropuerto de La Habana, rumbo a Managua, Nicaragua.
Haciendo escala en Tocumen, Panamá, llegaron a San Salvador, El Salvador, desde donde Valdés Corcho escribió su comunicado, en el que informó sobre la negativa de la dictadura nicaragüense a permitir su entrada a la nación: "justo a las 9:30 pm, hora en que llegó el último vuelo hacia Nicaragua, nos llaman por el altavoz y nos comunican que la dictadura nicaragüense nos prohibía la entrada a Esteban y a mí. Nunca nos dieron una explicación ni mucho menos una posible solución a esta problemática que nos surgía. Varados en San Salvador, en un limbo migratorio y sin la idea de retornar a nuestra tierra por la inminente amenaza de procesarnos si lo hacíamos".
"Acá estamos; sin soluciones, sin dinero, sin comida e implorando al gobierno salvadoreño o a cualquier país en democracia; que nos brinden ayuda. Ya vamos para veinticuatro horas como hoja que bate el viento", describió en su post el periodista, quien ofreció dar más declaraciones en las próximas horas.