El Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) divulgó este 3 de marzo un documento en señal de protesta a las condenas de nueve y ocho años de prisión emitidas por las autoridades de la isla contra los activistas opositores Félix Navarro y su hija, Sayli, respectivamente.
"La fortaleza de espíritu y la dignidad es la marca registrada de esta familia que con total serenidad se muestra firme en sus convicciones. Les asisten la razón y la verdad y no están solos", dijeron los integrantes del Consejo en el texto titulado "La honestidad es un delito en Cuba".
La víspera, la noticia de las sentencias fue publicada en Twitter por otro miembro del CTDC, Manuel Cuesta Morúa. Félix Navarro es vicepresidente del Consejo y líder del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel. Sayli, también militante de estas organizaciones de la sociedad civil, es además dama de blanco.
Padre e hija fueron detenidos el 12 de julio de 2021, cuando se presentaron en una unidad de la policía de Perico, en Matanzas, para inquirir sobre el paradero de sus compañeros arrestados en las protestas antigubernamentales del día 11. Según varios testigos, en sus detenciones las autoridades recurrieron a la violencia.
En su tuit, Cuesta Morúa señaló que "comienza el proceso de apelación. A ellos, todo el apoyo".
Para el CTDC, "el gobierno cubano, perdido en la senda de la oscuridad, el despotismo, el egoísmo y, por qué no decirlo, de la maldad y el absurdo, no podrá, con sus malas artes, torcer la voluntad y los corazones de tantos cubanos, que como ellos, sufren condenas injustas por apoyar la voz de un pueblo cansado de vivir sometido a un gobierno totalitario que le ha declarado la guerra".
Félix Navarro, a sus 68 años, es uno de los presos políticos más longevos de la isla. Recluido actualmente en la prisión de Agüica, en Colón, Matanzas, el opositor fue condenado por los supuestos delitos de "desacato agravado, desórdenes públicos e instigación a delinquir", según consta en el Expediente 24 del 2021. La fiscal Idania Miranda Ferrer, que presentó ante la audiencia ambos casos, solicitó para el opositor una condena de 15 años de privación de libertad, mientras que para su hija, en prisión domiciliaria desde hace meses, pidió 11.
"La implantación del terror indiscriminado es un signo de debilidad, que se deriva de una autoridad formal que ha sido impuesta y no elegida limpiamente. De ahí deriva el conflicto del gobierno cubano con la figura de Félix Navarro, de quién emana una autoridad moral: el poder de la persona que es reconocida, aunque social o colectivamente no ostente cargo o una posición que le conceda influencia como tal. Es una autoridad prácticamente opuesta a la anterior. La fuente de su influencia son sus valores, su experiencia y sus conocimientos: la convicción frene a la imposición", reza el texto que firman los secretarios de relaciones internacionales y derechos humanos del CTDC, Elena Larrinaga y Juan Antonio Madrazo, por ese orden.
Félix fue prisionero político y de conciencia en 2003, al formar parte del llamado Grupo de los 75, integrado por activistas, opositores y periodistas independientes recluidos en el periodo de represión conocido como Primavera Negra en Cuba. En marzo de 2011 fue excarcelado por el régimen de Raúl Castro, gracias a los diálogos con el gobierno español y la intercepción de la Iglesia Católica.
Sayli, de 35 años de edad, fue expulsada de la carrera universitaria de Derecho en el año 2010, tras participar en un curso de periodismo organizado por la Sección de Intereses de los Estados Unidos en la capital cubana. Desde entonces ha militado activamente en la lucha por los derechos humanos en la isla.