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Documentos | Carta enviada al Parlamento Europeo por la plataforma Cuba dice NO a la Dictadura

La audiencia, cuyo tema era "La situación de los derechos humanos en Cuba, incluido el embargo", tenía como objetivo relativizar las violaciones de derechos humanos del régimen apelando a las sanciones estadounidenses.

Logo de Cuba dice NO a la Dictadura.
Imagen: Twitter de Cuba dice NO a la Dictadura.

Señorías,

El mayor responsable de la miseria y la violencia del Estado que asola al pueblo cubano es el régimen de Raúl Castro. Las sanciones económicas -que es el término exacto, no bloqueo o embargo, términos que utiliza la narrativa del régimen para hacerse pasar por víctima cuando son en realidad victimarios-, restringen la capacidad financiera de las empresas de una élite militar en el poder cuyos beneficios no se usan en favor del bienestar social, sino que son empleados para reprimir a los ciudadanos que defienden los derechos humanos y los principios y valores que sustenta la democracia y la libertad. 

Para limitar la capacidad de financiamiento de una oligarquía militar, corrupta y opresora existen las sanciones, no para oprimir a los cubanos, ya de eso se encarga la dictadura. 

Las sanciones no son responsables de la violencia sistemática ejercida por el Estado cubano, ni de la existencia de miles de presos políticos, ni de los fusilamientos y asesinatos cometidos por la dictadura a lo largo de 64 años. Como tampoco lo es la decisión de construir hoteles en lugar de hospitales durante la pandemia. Estas decisiones son reflejo de las prioridades políticas y económicas de un régimen extractivo al que poco interesa el bienestar de su gente. 

Desde el año 2001, entre las excepciones a las sanciones se incluyen la venta y donación de alimentos, medicinas, equipos médicos y productos agrícolas que por toneladas son exportados a Cuba cada año. 

La miseria que sufren los cubanos no es consecuencia de las sanciones sino del diseño de un sistema totalitario que busca el control de la población a través del hambre, como lo hicieron los regímenes homólogos de Europa de Este, quienes usaron el hambre para subyugar a los ciudadanos a un ciclo de supervivencia que los mantuviera alejados de la búsqueda de la libertad.

Cuba no es la élite militar y corrupta que detenta el poder sin haberse sometido a elecciones libres, justas y competitivas, en sus seis décadas de existencia. Cuba son los cubanos oprimidos por esa élite, a quienes Europa ha olvidado al reconocer como interlocutor legítimo al primer aliado de Putin en Latinoamérica.

No hay ninguna razón para que los miembros de la élite opresora y extractiva que detenta el poder en Cuba no sean sancionados, de la misma manera que entendemos las sanciones sobre Putin, Ortega, Lukashenko o Maduro. Quizás sea el momento de que Europa considere la posibilidad de un acercamiento multilateral y estratégico, en el marco de un rediseño más efectivo y directo de las sanciones sobre las operaciones y capacidad de financiamiento de la oligarquía militar que ha usurpado el poder en Cuba, mientras garantiza el apoyo a la sociedad civil pujante. 

La mejor manera en que Europa puede apoyar a Cuba es respetando la voluntad de libertad de los cubanos, condicionando sus relaciones a la liberación de todos los presos políticos y a la consolidación de una transición democrática.

Confiamos en que será posible.

Árbol Invertido

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El medio digital Árbol Invertido es un espacio para el ejercicio pleno de la libertad de expresión, con temas interrelacionados a partir de un lugar en el mundo llamado Cuba, los diferentes modos de hacer y entender la Cultura, y los Derechos Humanos.

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