La historiadora y académica cubana Alina Bárbara López Hernández denunció “ante la opinión pública de Cuba y el mundo” los sucesos relacionados con su detención el pasado 6 de abril, cuando salió a exigir la libertad del escritor y humorista Jorge Fernández Era en el Parque de la Libertad, ubicado en el municipio cabecera de la ciudad de Matanzas.
En un texto publicado en sus redes sociales, donde contó los detalles de lo sucedido, López Hernández denunció la complicidad de los funcionarios del Partido Comunista de Cuba (PCC) y del Gobierno provincial con los agentes de la Seguridad del Estado que la agredieron a ella junto a su hija y su yerno.
“Sepan los cuatro (agentes de la Seguridad del Estado) que, a pesar de todo, sentía más vergüenza por ellos, por la vileza que cometían, que por mí. Yo solo conservo moretones en los brazos, no odio. Aquí los odiadores son otros. No obstante, lo peor no fue eso, a fin de cuentas, he visto actos de represión más brutales contra otras personas”, escribió López Hernández.
De acuerdo con su testimonio, cuando se propuso salir al parque a retomar su protesta, tras horas de negociación con los funcionarios gubernamentales, estos aprovecharon que se dirigió al baño para avisar a los agentes policiales de su inminente salida de la Sala de Conciertos “José White” para que le impidieran ejercer su derecho constitucional a la manifestación pacífica.
“Me paré para ir al baño antes de cruzar de nuevo al Parque e imaginaron que iba a salir, entonces se pararon y fueron a la entrada para avisar a los agentes que podían proceder. Todos vieron. Todos escucharon los gritos. Además de que la sala White, por su posición central en el Parque, se divisa claramente desde las sedes del Partido y el Gobierno”, relató la intelectual cubana.
López Hernández agregó que junto a los Oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) que fueron llamados para detenerla, “también estaban varios de esos funcionarios, entre ellos, la que dirige la Oficina de Atención a la Población en el Gobierno y una del Partido provincial, de nombre Rebeca, que no había estado en el diálogo pero que ha atendido por años la Unión de Artistas y Escritores Cubanos (UNEAC) y la Dirección de Cultura”.
“Es demasiado el simbolismo de ese acto, lo que revela. La Seguridad del Estado (SE) y la PNR, a solicitud y en presencia de funcionarios del Partido y el Gobierno, atropellando y deteniendo por ejercer un derecho constitucional que ellos están obligados por ley a proteger, a una intelectual, la única mujer residente en Matanzas que es miembro correspondiente de la Academia de la Historia, miembro asimismo de la UNEAC. A una persona pacífica, respetuosa, con una cultura jurídica que le permite discernir estas violaciones. ¿Qué no harán con otros menos conocidos, menos preparados? ¿Qué no han hecho por años?”, agregó en su publicación.
La historiadora cubana, quien se desempeñó hasta hace unos meses como directora del medio digital La Joven Cuba, se preguntó “¿Quién mandaba a quién? ¿El Partido a SE, o viceversa?”, y lanzó un dardo al portal periodístico, que tras su arresto apeló al “Estado de Derecho” cubano, ante lo que se preguntó: “¿Qué Estado de derecho socialista ni qué ocho cuartos?”
Sobre la Constitución cubana aprobada en 2019, la intelectual dijo que tuvo un peor destino que la de 1940, enterrada simbólicamente por estudiantes universitarios tras el golpe de estado de Fulgencio Batista en 1952, pues afirmó que “nació muerta” y “es imposible su aplicación”.
López Hernández también reafirmó su compromiso de salir a manifestarse el día 18 de cada mes, en homenaje a los intelectuales cubanos que realizaron en el siglo XIX la “Protesta de los 13”, para exigir, entre otras cosas, la convocatoria a “una Asamblea Nacional Constituyente elegida democráticamente para redactar una nueva Constitución aplicable en todas sus partes”.
“Teniendo en cuenta lo ocurrido el 6 de abril y los niveles de complicidad del aparato partidista, hago responsables ante la opinión pública cubana e internacional, ante los medios e instancias diplomáticas, de cualquier cosa que pueda sucederme a partir de ahora (desde un acto de repudio, una golpiza, un asalto, una caída de un motor o un accidente, entre otras), a los máximos dirigentes del PCC a nivel nacional y provincial: Miguel Díaz-Canel Bermúdez y Susely Morfa, y a los órganos de SE, que son su brazo represor”, finalizó la historiadora cubana.
Una ola de denuncias y mensajes de apoyo frenó el pasado jueves al régimen cubano luego de que agentes de la Seguridad del Estado y la PNR arrestaran durante el mediodía al escritor y humorista Jorge Fernández Era y en horas de la tarde a López Hernández.
Ante la noticia, numerosos activistas y ciudadanos cubanos se pronunciaron contra el arresto de Fernández Era, quien publica sátiras humorísticas semanalmente en La Joven Cuba, y la historiadora Alina Bárbara López Hernández anunció que saldría hacia el Parque de la Libertad, en Matanzas, para exigir su liberación.
Horas más tarde, a través de una de sus hijas, se supo que la historiadora cubana también había sido arrestada, luego de sufrir agresiones por tres agentes de la Seguridad del Estado. En tanto, las redes sociales se llenaban de mensajes de apoyo a ambos intelectuales, quienes fueron puestos en libertad antes del anochecer.