Allegados a la youtuber cubana Hilda Núñez Díaz informaron a través de su perfil en Facebook que la joven fue liberada este jueves en horas de la tarde tras ser “multada y amenazada” por agentes policiales debido a sus publicaciones en las redes sociales.
“Hildina ya se encuentra en su casa, fue multada y amenazada según ellos por 'tomar las Redes Sociales para desacreditar al Gobierno' y le hicieron amenazas de todo tipo como ellos bien saben hacer”, se puede leer en una publicación realizada en su cuenta de Facebook.
No obstante, la joven sigue incomunicada en este momento porque los agentes policiales que la arrestaron este jueves “se quedaron con todos sus dispositivos”, como la computadora y el teléfono móvil con que realizaba sus videos, entre otros.
Los autores de la publicación realizada en la página de la joven también explicaron que se encuentra “muy mal psicológicamente después de todo lo que le hicieron pasar y de ser tratada como una criminal”.
Poco después del mediodía de este jueves un mensaje publicado en la página de Facebook de Hildina causó conmoción entre cientos de cubanos en redes sociales, pues tras meses de amenazas, un desmesurado operativo policial con más de 30 efectivos del Ministerio del Interior (MININT), del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI), de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y de la Seguridad del Estado cerró la calle donde vive en Santiago de Cuba para proceder a arrestarla ante la vista de toda su comunidad.
La noticia no tardó en hacerse viral entre los cubanos, pues la joven influencer, quien tiene más de 100.000 suscriptores en YouTube, llevaba meses denunciando amenazas por parte del régimen debido a la exposición de la crítica situación económica del país y las ayudas que realizaba a personas vulnerables.
Tras el “espectacular” arresto, Núñez Díaz fue trasladada al centro de operaciones de la Seguridad del Estado en Santiago de Cuba y su vivienda fue registrada por los agentes policiales, quienes decomisaron sus equipos de trabajo.
Esto, por demás, tuvo lugar en un momento donde las autoridades cubanas realizan una nueva arremetida contra activistas e influencers, como son las recientes detenciones de Alejandro Garlobo en Mayabeque y Sulmira Martínez Pérez en La Habana, quienes siguen en cautiverio bajo procesos de investigación.
En el último video que publicó en su canal de Youtube, Hildina denunció que la policía advirtió a los trabajadores de un mercado donde ella compró comida para regalarle a ancianos y personas en situación de vulnerabilidad económica en Santiago de Cuba que no podían venderle más ningún producto ni permitir que realizara grabaciones en el local.
El pasado mes de febrero, durante un viaje a La Habana, fue amenazada directamente por agentes de la Seguridad del Estado con que podría tener “complicaciones en su vida” si seguía haciendo videos en la capital cubana.
La joven, graduada de Ingeniería Industrial y madre de un bebé, también fue citada en diciembre de 2022 por los directivos de la Universidad de Oriente, donde trabaja como profesora, para advertirle que sería expulsada si continuaba subiendo videos a sus redes sociales.
Según ha contado ella misma, las ayudas que entrega a personas en situación desfavorable en Cuba, país que atraviesa una severa crisis económica, son financiadas gracias a las donaciones que hacen sus seguidores.