El advenimiento de la muerte, así como su carácter inevitable, han inspirado a centenares de artistas y creadores a lo largo de los siglos. De esta forma, no solo el hecho del fallecimiento en sí se ha convertido en un suceso remarcable, sino también el sitio escogido para el “reposo eterno”. Tumbas e incluso cementerios completos han sido diseñados con fines estéticos, más allá del pragmatismo de su función.
Aunque en ocasiones no pensemos en ellas como tal, las Pirámides de Egipto son un excelenteejemplo de arquitectura mortuoria. Construidas por los faraones Keops, Kefrén y Micerino, estas tumbas monumentales fueron edificadas para acoger a estos monarcas durante su existencia post-mortem.
En Cuba, de hecho, contamos con varios casos que siguen esta línea. Ubicada en el Vedado habanero, la Necrópolis de Colón es considerada como el museo de arte funerario a cielo abierto más grande del mundo. En su interior se encuentran recintos mortuorios tan célebres como El Panteón de los Bomberos, la Tumba de La Milagrosa de Cuba o el Monumento a los Estudiantes de Medicina, entre muchos otros.
Así, hemos querido ofrecer en este trabajo siete ejemplos de tumbas exóticas o poco ortodoxas que han alcanzado su celebridad a partir de su diseño, el sitio en el que se emplazan o la historia detrás del personaje que se encuentra en su interior.