Las condiciones de vida de animales en zoológicos y acuarios ha sido objeto de denuncia por activistas y organizaciones ecologistas, también por individuos que luego de visitar este tipo de espacios terminan preocupados por las especies que allí habitan.
Sin embargo, en principio, junto a la visión “recreativa” de este tipo de sitios converge un punto de vista que entiende estos lugares como importantes para la conservación de especies que, de otra manera, supuestamente hubiera sido difícil que sobrevivieran.
En el caso de Cuba,el reciente movimiento de ecologistas que ha venido alzando su voz en la sociedad también ha puesto su ojo en este asunto. Las malas condiciones de vida en que se encuentran muchos animales en algunos centros del país ha llamado la atención. Que no tienen comida adecuada o suficiente, y que las instalaciones no tienen las condiciones requeridas, se ha denunciado varias veces en medios de prensa, tanto independientes como oficiales. Así, recientemente hemos sabido sobre las condiciones de vida de los leones del Zoológico de Caibarién, en Villa Clara; o sobre los cocodrilos de Cumanayagua, en Cienfuegos.
Este artículo está inspirado en las imágenes captadas por Claudia Rodríguez Herrera, fotógrafa cubana, activista por el Veganismo en Cuba. Las fotos fueron tomadas en el Zoológico de 26, en Nuevo Vedado, el pasado mes de julio. Y aunque Claudia me confesó que no tuvo inconvenientes formales para realizar las fotografías en el parque, los mayores contratiempos estuvieron relacionados con el impacto emocional de observar los animales en condiciones de sufrimiento, y no contar con los recursos legales o las estructuras sociales suficientes para hacer algo por transformar esa situación.
De lo "recreativo" al especismo
En principio, la idea de los zoológicos y acuarios y similares puede estar encaminada a la conservación de la diversidad. Estos sitios suelen ser además centros de investigación, y pueden dar refugio a animales maltratados o heridos.
Sin embargo la idea de que los seres humanos necesitan restaurar áreas con especies en peligro o casi extintas, está envuelta también en cuestionamientos. Si la especie desapareció por razones naturales o por la incidencia del trabajo del ser humano (desde una perspectiva holística, también una razón natural), la acción humana para revertir este proceso puede conllevar consecuencias igualmente conflictivas para el equilibrio natural...
En todo caso, la diferencia es amplia entre dar refugio y exponer los animales como forma de entretenimiento. Y pueden existir centros investigativos, refugios y zonas protegidas sin necesidad de vulnerar las condiciones de vida de las especies.
Las condiciones denigrantes de animales en cautiverio es condenada por activistas, y especialmente la comunidad vegana mundial, como una forma de especismo: una forma de discriminación basada en la creencia de que una especie es superior a otra, y por tanto no merece iguales derechos.
Esta forma de pensamiento ampara en gran medida que hoy día persistan los criaderos y mataderos de animales para la alimentación humana, la experimentación científica con animales, los circos que usan animales en sus actos, las tradiciones de matar animales por diversión como la tauromaquia, entre otros, denunciados por la comunidad vegana mundial como espacios de crueldad no compatibles con el mundo moderno.
Ejemplos de malas y buenas prácticas
Para ejemplificar cómo realmente funcionan los zoológicos a nivel global actualmente pondré la atención hacia Europa, donde a pesar del gran avance social y tecnológico que ha alcanzado en los últimos siglos en buena parte de la región que la comprende, sacrifica entre 3 mil y 5 mil animales sanos anualmente.
Muchos de estos animales, crías recién nacidas o animales jóvenes en su mayoría, son asesinados porque los zoológicos no cuentan con espacio suficiente para acogerlos.
Marius, la jirafa
En 2014, una jirafa logró llamar la atención al respecto. Marius, de 18 meses, fue asesinada con un disparo públicamente en el zoológico de Copenhague, y luego fue despedazada y servida como alimento a los leones, delante de un grupo de visitantes que incluía niños y que asistían, supuestamente, a una sesión educativa...
Susi, la elefanta
Los espacios donde son obligados a vivir los animales no suelen cumplir las condiciones para su desarrollo natural, ocasionándoles graves problemas físicos y psicológicos. Elefantes y delfines, por citar ejemplos, son especialmente vulnerables emocionalmente a las condiciones de cautiverio y la soledad.
Susi, una elefanta del zoológico de Barcelona, llamó la atención al respecto. Sin embargo, la mayoría de ellas no corren la misma suerte de Susi, que inspiró un documental "Susi – Una elefanta en la habitación" y logró que la ONG Libera lanzara para ella la campaña "LIBERA a Susi!" para lograr trasladarla a un santuario.
Proyecto ZOOXXI
El tercer ejemplo es el proyecto ZOOXXI, una iniciativa ciudadana que pretende convertir el zoológico de Barcelona en un espacio "mejor adaptado a la ciencia moderna y la moral de este siglo". La iniciativa impulsada por la Fundación Franz Weber en colaboración con Libera fue aceptada por el ayuntamiento de la ciudad, para modificar la legislación actual al respecto y transformar el centro.
ZOOXXI es un proyecto global, que intentaría llevar este paradigma más armonioso con la vida a todo el mundo, convirtiendo zoológicos en santuarios y centros de conservación y rehabilitación para animales.
Un cambio de mentalidad
Muchas personas a nivel mundial, intelectuales y activistas, hablan de los zoológicos y acuarios refiriéndose a estos como cárceles para animales. Y aunque en algunos países existen leyes que promulgan las condiciones de vida (óptimas) que debe proveérsele a un animal en estos centros, continúa alarmando el hecho de que el animal sea encerrado en un hábitat artificial, y que los métodos de transportación para trasladar a estos animales suelan incluir grandes dosis de medicación.
Muchos de los animales "expuestos" en zoológicos han nacido en condiciones de cautiverio, muchos como resultado de cruzamientos en laboratorio. Y las condiciones pueden ser mucho peores, en comparación, cuando hablamos de grandes centros de animales y pequeños zoológicos locales con pocos recursos para atender a los animales.
Ante es situación, la alternativa de crear reservas naturales o santuarios para conservar los animales en sus hábitats naturales y sin una objetivo comercial o recreativo en primer lugar; desarrollar políticas que protejan a estos de la acción humana y sus consecuencias; educar sobre la compasión hacia otros seres en su infinidad de formas; son opciones más oportunas y viables a largo plazo.
Regresar al inicio