La serie de contenidos agrupados con el nombre "Para Elisa", son un proyecto editorial de nuestro colaborador Amilkar Feria, quien compendia reseñas periodísticas publicadas por él entre 2008 y 2013. En su mayoría, el contenido se centra en la actividad artístico-pedagógica desarrollada en la Universidad de las Artes (ISA).
Nuestra publicación se hace eco de este acontecimiento editorial en proceso, compartiendo testimonios actualizados de algunos de los protagonistas de sus páginas.
Amilkar Feria: ¿Qué trascendencia tuvo para ti el vínculo pedagógico con el ISA?
Raychel Carrión: Viví el ISA como estudiante externo porque soy de La Habana, pero el vínculo con lo que allí sucedía, a partir de mis relaciones personales, hizo que terminara quedándome a dormir y a fastidiar. Egresé en 2011 con un sabor muy dulce, que todavía llevo, porque di todo a lo que más me importaba: la gente. Conocí a grandes artistas –a los que respeto mucho– en exhibiciones y conferencias, algunos de los cuales me dieron clases, las que recibí con gusto mayúsculo.
Me sentí expandido en términos relacionales de manera monumental, donde las cúpulas de plástica y el albergue se convirtieron en mi vida. Comencé a hacer exposiciones, a pensar el arte un poco más en serio, a reflexionar y a tomar conciencia acerca de mi disenso frente al régimen. Lo más importante: conocí, a través de la alineación astral y mi situación local, a la artista y mi esposa de hoy, Alicia. En fin, fue un momento de mi vida repleto de cambios, disparates y otras morfologías del destino, así que me hallo navegando sabrosamente con todo eso en mi pecho.
AF: ¿Cómo ha sido tu recorrido profesional desde que te graduaste hasta la actualidad?
RC: Cuando llegué a Albarracín, en la provincia de Teruel, España, me sumí en la contemplación de esta hermosa tierra aragonesa. Fue inevitable empezar a pintar un paisaje que me impedía pestañear y, años más tarde, comencé a realizar proyectos pequeños en dibujo y pintura. A partir de 2020, emprendí una ardua producción simbólica que marcó los albores de algunas de mis aventuras expositivas importantes, empezando por la Documenta de Kassel en 2022, de la mano del Instituto de Artivismo Hannah Arendt (INSTAR), dirigido por la artista Tania Bruguera.
Luego, he estado en algunos países participando en exposiciones colectivas y en una personal en Barcelona. Hoy continúo pensando y escribiendo proyectos nuevos, que quizá me lleven a trabajar con objetos, la escultura y a retomar el performance, algo muy grato, puesto que es lo que me caracteriza. Fue por esta manifestación por donde empecé a expresarme a través de la que, para mí, es la actividad humana por antonomasia: el arte.