El poeta, periodista y diplomático cubano Manuel Díaz Martínez falleció este sábado a sus 86 años de edad en la localidad de Las Palmas, en las Islas Canarias, según informó su hija, María Garbiela Díaz Gronlier en Facebook.
“Amigos, Manuel Díaz Martínez, nuestro padre y poeta de todos aquellos que con admiración lo leyeron ha marchado en la barca de Caronte. Será velado en el Tanatorio Memora, de Las Palmas de Gran Canaria, su segunda isla. Con él marcha la Generación del 50 y uno de los testigos presenciales del llamado Caso Padilla”, escribió Díaz Gronlier.
Su hija también contó que el poeta “se fue afirmando que vivió una vida intensa y que, de tener la oportunidad, volvería a repetirla con lo bueno y con lo malo que esta le entregó. Murió pensando en una Cuba en libertad. Murió meditando sobre "¿Qué es un hombre sentado frente al mar?"
Numerosos escritores y artistas cubanos lamentaron la muerte de Díaz Martínez, como fue el caso de Ramón Fernández Larrea, quien escribió que “con él se va un hombre decente, honrado y bueno. Un poeta de honda luz, solidario y espléndido. Ha ido a reunirse con su padre, que fue también una persona como ya casi no hay en este mundo”.
Díaz Martínez se desempeñó como investigador del Instituto de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias de Cuba, así como redactor-jefe del suplemento cultural Hoy Domingo y de La Gaceta de Cuba de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
En 1991 rompió con el régimen cubano, para el cual trabajó como diplomático en Bulgaria, al firmar la conocida “Carta de los Diez”, donde una decena de intelectuales cubanos solicitaba la democratización del país a Fidel Castro.
Al año siguiente se trasladó a Las Palmas de Gran Canaria, y desde allí comenzó a trabajar en la revista Encuentro de la Cultura Cubana, de la cual llegó a ser codirector junto a Rafael Rojas y Antonio José Ponte tras la muerte de Jesús Díaz.
El fallecido poeta fue uno de los integrantes del jurado que otorgó premió el libro Fuera de Juego, de Heberto Padilla, en 1968. También estuvo presente en la famosa “autoinculpación” de Padilla, donde fue uno de los señalados por el poeta por actitudes contrarrevolucionarias.
Manuel Díaz Martínez publicó una quincena de poemarios y el libro de memorias Solo un leve rasguño en la solapa. En el momento de su muerte era miembro de la Real Academia Española.