El escritor, editor y profesor cubano Eduardo Heras León, fundador y director por más de 20 años del Centro de Formación Literario Onelio Jorge Cardoso, falleció a la edad de 82 años este jueves en La Habana, según informó el diario oficialista Granma. Aunque ha circulado la información de manera errónea por diversas fuentes, según nos ha informado su familia personalmente, pues el momento exacto de su partida no ocurrió en la madrugada del 13 de abril, sino un poco antes, en la noche del miércoles 12 de abril.
Heras León, pese a sufrir censura y ser expulsado de la Universidad de La Habana en la década de 1970 por la publicación de su libro Los pasos en la hierba, regresó a las filas del oficialismo, en parte por la publicación de su volumen de cuentos titulado Cuestión de principios.
“El Chino” Heras, como le llaman comúnmente, tras ser enviado a trabajar a la fábrica Antillana de Acero como castigo, consiguió volver a la institucionalidad cubana inicialmente en la Editorial Arte y Literatura y posteriormente en Letras Cubanas.
También se desempeñó como subdirector de Literatura del Instituto Cubano del Libro, vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y director del Fondo Editorial de Casa de las Américas.
En los años previos a la llegada de Fidel Castro al poder en Cuba, Heras León estudiaba en la Escuela Normal de Maestros de La Habana, época en la que se vinculó al Movimiento 26 de Julio y participó en acciones contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Tras el triunfo de la Revolución, el escritor cubano, quien inició su carrera como crítico de ballet, participó en los combates de Playa Girón como artillero. Entre sus libros más importantes se encuentra La guerra tuvo seis nombres, inspirado en dicha contienda, el cual le valió el Premio David de la UNEAC en 1968.
También recibió una mención en el Premio Casa de Las Américas en 1970 por su libro Los pasos en la hierba, luego censurado, el Premio Nacional de la Crítica en 1986 por Cuestión de principios, y los Premios Nacionales de Edición y Literatura en 2001 y 2014, respectivamente.
Otros reconocimientos obtenidos por el escritor cubano fueron la distinción por la Cultura Nacional, la orden Félix Elmuza, la medalla Alejo Carpentier, la réplica del machete de Máximo Gómez, y el Premio Maestro de Juventudes.
Tras la noticia de su fallecimiento numerosos escritores mostraron su pesar, como es el caso de Amir Valle, quien escribió en sus redes sociales que “esa muerte ha revuelto esa mitad de mi vida en la cual el chino fue amoroso padre, amigo fiel, mentor literario, maestro recio, cómplice de sueños”.
“No quiero hablar ahora de los desacuerdos ideológicos que nos alejaron, porque son muchísimos más los momentos y recuerdos de nuestra hermandad humana y literaria, y porque incluso en esa lejanía sé que me quería como a un hijo, y todos saben que, sin dejar de decirle lo que pensaba, yo lo quise como un padre. Pues eso es lo que pierdo con su muerte: un padre, literario, intelectual, humano”, agregó el escritor cubano, exiliado en Alemania.
El escritor y disidente cubano Ángel Santiesteban Prats, por su parte, escribió que “darle la noticia a mi hijo Eduardo Angel Santiesteban de que su adorado padrino Eduardo Heras León había fallecido, es una de esas experiencias que hubiera querido ahorrarme. De todas maneras, pensé, me toca y prefiero que sea por mí, y así lo hice. Heras estaba a mi lado cuando él nació. También nos acompañamos en la partida de su madre y la mía. Esos recuerdos son los que prevalecen”.
También figuras como el escritor oficialista Abel Prieto, ex ministro de Cultura y director de Casa de las Américas, y el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel realizaron publicaciones en sus cuentas de Twitter lamentando la muerte de Heras León.
El portal oficial Cubadebate informó que, por decisión de sus familiares, el cadáver del intelectual cubano será cremado y en las próximas horas se ofrecerán detalles del homenaje que le rendirán los escritores y artistas cubanos y las instituciones.