El destacado dramaturgo, director teatral, actor y profesor cubano Raúl Alfonso falleció en horas de la madrugada de este 24 de octubre, víctima de una enfermedad terminal, en la ciudad de Madrid, donde vivió durante los últimos años de su vida.
Nacido en 1966, Alfonso destacó por su labor pedagógica al impartir clases en la Escuela Nacional de Arte (ENA), en la Universidad de las Artes (ISA) y en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV), así como en universidades de México y España.
Además, trabajó tanto como actor, asesor y director escénico en compañías de teatro como El Público, Eclipse, Teatro Mágico y SoloTeatro. Varias de sus obras fueron representadas en Cuba, México, Colombia, Estados Unidos y España.
Sus obras teatrales “El Grito”, “El Culpable”, “El Silencio” y “Bela de Noche” son consideradas pioneras dentro de la dramaturgia cubana por el tratamiento dado en ellas a los homosexuales dentro de una sociedad socialista como la cubana.
Aunque es considerado un autor existencialista, también trabajó el humor dentro de su obra teatral en piezas como “Mamá”, “El dudoso cuento de la princesa Sonia”, “El último capítulo del Evangelio” y “La Pasión según Judas Iscariote”.
Raúl Alfonso incursionó también en el cine, dirigiendo los cortometrajes La Seducción, Off Vampiro y Foto Shock, siendo el segundo de estos la primera comedia cubana de vampiros realizada con actores y un homenaje al cine de clase B.
Durante un largo período de tiempo trabajó como colaborador de la revista cubana de teatro Tablas, donde solía escribir reseñas y comentarios de las obras de arte y danza que se representaban en la Isla.
Este 2023 fue uno de los colaboradores habituales de Árbol Invertido y Alas Tensas, donde publicó textos sobre escritores como el Marqués de Sade, Emily Bronté, Leopold von Sacher-Masoch, Alejandra Pizarnik, Lovecraft, Milan Kundera, Oscar Wilde y Witold Gombrowicz.
Tras conocer la noticia de su muerte, el director teatral cubano Adonis Milán escribió:
"Me acompañó en mi soledad, llevó su luz en momentos donde me encontraba a oscuras. Raúl Alfonso era un gran ser humano, un artista inmenso, un maestro incansable... Su pérdida es una herida profunda para la cultura cubana. Fue censurado, perseguido y condenado al silencio del exilio, y aún así nunca dejó de crear textos y realizar audiovisuales. Era un teatrista con una obra labrada en soledad. La angustia de la soledad atravesó su concepción de dramaturgo y director teatral; pero Raúl, realmente, era más grande. Raúl fue un artista de todas todas en sus gestos cotidianos, en su acompañamiento a los demás y en su necesidad de dar. Buen viaje hacia las estrellas, querido amigo".
Sus restos serán velados entre las 18:00 y las 20:00 de este martes en la sala 14 del Tanatorio de San Isidro.