Después de un verano que ha sido, oficialmente, el más caluroso de la historia, dio inicio el pasado 4 de septiembre en Cuba el curso escolar correspondiente al período lectivo 2023-2024. Aun así, después de tres años en los que los sistemas educativos de la Isla han debido reinventarse casi en su totalidad, haciendo uso de las clases virtuales o reestructurando los calendarios, la situación parece que empieza a "ordenarse".
Sin embargo, la crisis generalizada que afecta al país en todos los ámbitos de la sociedad golpea con fuerza a la economía doméstica, así como al sector de la educación. La escasez de alimentos, medicinas y combustible, la inflación y la depreciación de la moneda nacional o la "huida" de casi 200 mil cubanos hacia Estados Unidos o España, principalmente, dejan muchas interrogantes ante el comienzo de este curso escolar.
Las condiciones materiales de las escuelas, el precio de los implementos como zapatos o mochilas, la alarmante falta de maestros o la imposibilidad de conseguir uniformes y libros de texto son algunos de los principales conflictos que enfrentan los padres cubanos en el inicio del curso escolar 2023-2024.
¿Dónde están los libros, las libretas y los cuadernos?
Históricamente, los libros de texto utilizados en el sistema de educación cubano se han traspasado de generación en generación, debido a la imposibilidad de producirlos en grandes cantidades cada año. Sin embargo, en el comienzo del curso escolar 2023-2024 el panorama es bien distinto.
Borrar cuadernos ya escritos con el fin de reutilizarlos, reparar libros que se encuentran en pésimas condiciones, compartir uno entre dos o tres niños, comprarlos en la calle o imprimirlos en negocios de cuentapropistas son algunos de los escollos que enfrentan las familias en Cuba.
Por su parte, la impresión de cada hoja en blanco negro suele costar entre 10 y 20 pesos cubanos, en dependencia de la provincia, por lo que suele ser una alternativa disponible solo para familias pudientes.
"El año pasado algunas escuelas aceptaron libros impresos y otras no, por el hecho de que todos los niños no tenían la posibilidad de pagar el costo de estos documentos", le comenta a Árbol Invertido la dueña de un local de impresiones en la ciudad de Pinar del Río.
"Este año han venido muchísimos padres, ya que hay todavía menos libros que el pasado", continúa nuestra fuente, que ha preferido no revelar su identidad, "Por ejemplo, en un grupo de primer grado de la [escuela primaria] Conrado Benítez solo hay tres libros de A leer para 25 niños".
A pesar de que se pueden adquirir en páginas como la del Ministerio de Educación (MINED) o CubaEduca , la alternativa de los libros digitales, en formato PDF, no es universalmente accesible, ya que no todos poseen un computadora u otro dispositivo similar.
"Cuadernos cero, de esos no hay nada", nos comenta una madre también pinareña, "Hay personas que viajan y traen por encargo para vender en las mipymes medias, zapatos, mochilas, merenderos, libretas, lápices de colores, de todo lo que se usa en las escuelas".
Muchos usuarios han mostrado su indignación con respecto a esta situación en Facebook:
De toda la vida los maestros piden a los padres y a los niños entregar los libros, al final del curso, forrados y en buen estado!!! Entonces cómo se explica que les den al inicio de curso un libro así en esas condiciones!!! .....eso sin mencionar que de 4 libros que necesita solo le dieron esa cosa!!!!!
La escasez de los uniformes escolares
La venta de uniformes escolares para el curso 2023-2024 comenzó desde agosto de este 2023 en todo el país.
La directora de Ventas y Mercancías del Grupo Empresarial de Comercio (GECI), Rosmery Mas, le confirmó a la Agencia Cubana de Noticias que "La confección de los uniformes no salió como se había previsto por la falta de tejidos en el país". Asimismo, declaró que era "necesario adoptar variantes para que todos puedan lucir sus uniformes el primer día de clases".
Aun así, los uniformes que se ofertaron no dieron abasto y, en muchas ocasiones, eran de tallas demasiado grandes para niños de primaria o secundaria. Ante esta situación, muchos padres han debido acceder buscar una alternativa en el mercado informal. Aquí, los pantalones y camisas de secundaria, por ejemplo, pueden llegar hasta los mil pesos cada uno.
En el grupo de Facebook "Uniformes escolares" son constantes las publicaciones en las que se buscan o se ofertan uniformes de los distintos grados de enseñanza, a semejanza de lo que sucede con otros grupos destinados a la compra y venta de medicinas o alimentos.
La usuaria Clau Álvarez, por su parte, publicó en dicho grupo que tenía a la venta varias piezas, cuyos precios oscilaban entre los 1000 y 1500 pesos:
- 2 Blusa talla 2-1200cup
- 5 Camisa talla 4- 1200cup
- 1 Saya de secundaria talla 10- 1200cup
- 1 camisa de pre talla L- 1500cup
- 2 short talla 12/14- 1000cup
- 1 camisa talla 6- 1200cup
- 1 Saya talla 2- 1000cup
- 1 short talla 2- 1000cup
Además de estas alternativas, existen en Miami varias tiendas que desde hace años se dedican a la venta de uniformes escolares cubanos. Tal es el caso de El Dollarazo o Ñooo Qué Barato, que comercializan cada año más de mil uniformes.
De igual forma, la alarmante falta de maestros, el estado de deterioro en el que se encuentran las escuelas y la paupérrima alimentación que ofrecen, resultan otros de los grandes escollos que deben superar las familias cubanas.
"El acompañamiento familiar es importante, el empuje", asegura la activista Marthadela Tamayo
"Tengo un hijo adolescente que inicia su etapa de Pre-Universitario lo cual me lleva a estar guiarlo, acompañar sus pasos y escucharle mucho", asegura Marthadela Tamayo, activista del Comité de Integración Racial, "esta es una etapa muy importante para su formación académica y como ser humano".
De igual forma, Marthadela Tamayo le comenta a Árbol Invertido que los retos de esta etapa van desde lo afectivo y lo pedagógico hasta los retos de la cotidianidad. "No son un secreto para nadie las condiciones en las que ha iniciado el curso escolar, con la base material de estudio limitada y, en algunos casos, ausente", asegura esta madre.
"Creo que en el caso de los uniformes escolares no se cubre la necesidad de la población, porque la venta ha sido escasa y hasta nula", continúa la activista, "A esto le sumo los gastos para comprar sus mochilas, lápices, colores, pinceles, óleo para los que estudian o les gustan las artes plásticas, como mi hijo, por ejemplo".
"(...) siento que se esfuerzan por ser y aprender cada día".
"Los precios de las mochilas van desde los 5 mil hasta los 10 mil pesos en los [negocios] particulares y si vas al [hotel] Habana Libre los precios, de igual forma, van desde 23 MLC [moneda libremente convertible] hasta unos 35 MLC, lo cual vi y viví en primera persona el pasado sábado 2 de septiembre", nos confirma Marthadela Tamayo.
A pesar de todo lo anterior, la activista siempre ha acompañado a su comunidad a través del proyecto comunitario Di.Verso, con su programa "Animando Sonrisas". En esos barrios "la situación se torna tan o más compleja, ya que se trata de escenarios donde la pobreza y las limitaciones acompañan la vida de esos niños/as y adolescentes".
"Y a pesar de todas esas necesidades que viven nuestros hijos, siento que se esfuerzan por ser y aprender cada día", concluye Marthadela, "¡La formación y el acompañamiento familiar es importante, el empuje!
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