En enero de este 2024 ha comenzado a circular, nuevamente, una cadena de Facebook y WhatsApp con pretensiones desinformantes. En esta, se asevera que “la cura del coronavirus fue encontrada en Alemania”.
El mensaje afirma que “los médicos alemanes no obedecieron la ley de salud global de la OMS, que EXIGE ENÉRGICAMENTE NO HACER AUTOPSIAS en las muertes por coronavirus”. Según esta información, estos científicos “encontraron que esto NO es un VIRUS, sino una BACTERIA que causa la muerte”, y que esta bacteria es responsable de “la formación de coágulos de sangre y la muerte del paciente”.
La misma fuente añade que para combatir esta supuesta “coagulación intravascular generalizada o trombosis”, se requieren “antibióticos, antiinflamatorios y anticoagulantes”. Además, alega que “la ventilación mecánica y las unidades de cuidados intensivos nunca fueron necesarias”. No obstante, cabe destacar que toda esta información es incorrecta.
Un bulo de larga data
Ya en abril de 2021, la unidad verificadora argentina Chequeado desmontó la narrativa detrás de estos mensajes, afirmando que “Es falsa la cadena que indica que médicos alemanes encontraron la cura contra el coronavirus”.
En ese artículo, Chequeado examina punto a punto las falacias que se afirman en dicha cadena, referidas en su mayoría a inexactitudes científicas. Algunas de estas incluyen lo relativo a la trombosis, la clasificación como virus o bacteria de la COVID-19 y el uso de los ventiladores en pacientes graves.
Una búsqueda algo más profunda nos dio como resultado que este mensaje, que aquí se presenta como el “descubrimiento de médicos alemanes”, ya había circulado desde el mismo inicio de la pandemia en 2020, solo que con ligeros cambios.
“Circula en Facebook y en WhatsApp una cadena que afirma que médicos italianos encontraron la cura para el coronavirus”, se lee en el propio medio Chequeado, que también verificó este caso en su momento.
¿Qué riesgos implica la desinformación con respecto a la COVID-19?
Varios peligros relacionados con la COVID-19 y su desinformación incluyen la propagación de declaraciones erróneas acerca de tratamientos “milagrosos”. Esto ha llevado a muchas personas a abandonar tratamientos médicos convencionales y a poner en riesgo su salud.
Asimismo, es muy probable que la desinformación genere desconfianza en las vacunas o que afecte la toma de decisiones de los gobiernos, ya que pudiera generar confusión a la hora de implementar medidas correspondientes a la salud pública.
De igual forma, la desinformación acerca de la COVID-19 puede resultar en la estigmatización y discriminación de grupos erróneamente asociados con la transmisión del virus.
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