El régimen de Nicolás Maduro aseguró que ha entregado "14 millones de juguetes" en Venezuela como parte de su plan "Navidades Felices". Entre estos artículos se incluyen regalos tematizados con las figuras de Maduro y su esposa, Cilia Flores, juguetes diseñados explícitamente a semejanza de ambos.
Superbigote y Cilita, los "superhéroes" venezolanos creados por el chavismo para "refrescar" la imagen de estos líderes, se encuentran entre los juguetes más obsequiados por el oficialismo. Se trata de personajes promocionados en los medios oficialistas y que cuentan, incluso, con un programa de televisión.
La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, anunció que esta iniciativa tiene como objetivo "llevar una sonrisa a todos los niños y niñas de Venezuela" y que fue realizada pese a las dificultades del “bloqueo económico” y las "sanciones".
Cifras cuestionadas y Navidad adelantada
El plan, que incluyó repartos masivos en hospitales y comunidades de estados como Bolívar, Anzoátegui y Portuguesa, ha sido objeto de críticas. La prensa independiente y miembros de la sociedad civil han puesto en duda la afirmación oficial de haber entregado 14 millones de juguetes, ya que la cantidad supera ampliamente el número total de niños en Venezuela, donde, además, la pobreza infantil es una preocupación urgente.
La periodista y escritora venezolana Luz Mely Reyes, en su cuenta en X (antes Twitter), se refirió a esta "incongruencia" en los números. "Lo más probable es que no hayan sido 14 millones de juguetes", posteó la periodista, quien también denunció al régimen venezolano por haber encarcelado a más de 150 menores a raíz de la represión electoral por las elecciones del 28 de julio.
Además, este reparto se da en el contexto de un adelanto oficial de la Navidad decretado por Maduro desde el 1 de octubre, con actos propagandísticos y decoraciones festivas en buena parte de Venezuela. Este gesto ha sido visto como un intento de desviar la atención de las profundas crisis económicas y sociales que afectan al país.
A lo largo de los últimos años, el gobierno de Maduro ha utilizado estas entregas de juguetes como una estrategia recurrente para fortalecer su imagen entre los sectores más vulnerables, a menudo con un trasfondo de propaganda política. En este 2024 el chavismo ha reforzado la propaganda y la represión, sobre todo después de las fraudulentas elecciones presidenciales en las que el opositor Edmundo González salió ampliamente victorioso.