A raíz del ataque a Israel por parte de la organización Hamás, muchos países se han pronunciado con respecto al conflicto histórico que enfrenta a ambas naciones. Los “enemigos” de Estados Unidos, aliado de Israel, han mostrado su apoyo a Palestina, como fue el caso de Cuba, Rusia o Venezuela.
El presidente de este último estado, Nicolás Maduro, afirmó que Jesucristo “fue un joven palestino crucificado, condenado injustamente por el Imperio Español”. Esto tuvo lugar durante una emisión del programa televisivo Con Maduro +, este 11 de octubre.
Ante dichas declaraciones, se imponen varias preguntas que #CubaChequea se ha propuesto responder: ¿existía España o el “Imperio Español” hace dos mil años? ¿se puede hablar de nacionalidad “palestina” o "israelí" en aquella época?
El surgimiento del Imperio Español
De acuerdo con los estudiosos británicos Colin J. Humphreys y W. G. Walddington, han llegado a la conclusión de que el hombre conocido como Jesús de Nazaret “murió muy probablemente el 3 de abril del año 33 d.n.e., en viernes, según habían informado la mayoría de los antiguos escritores cristianos.”
Otro especialista, el jesuita japonés Yoshimasa Tsuchiya, afirma que la crucifixión pudo haber tenido lugar el viernes 7 de abril del año 30 d.n.e. Así, la mayoría de las teorías apuntan a estos años, coincidiendo todas en que se trata del siglo I d.n.e.
Ahora, por aquel entonces ya había finalizado la conquista romana de la región identificada como Hispania, que tuvo lugar, a intervalos, entre el 218 a.n.e. y el 19 a. n.e.
Esta zona, que comprendía todo lo que hoy conocemos como Península Ibérica, estaba dividida para el 30 d.n.e. en tres provincias romanas: Lusitania (los actuales Portugal y Extremadura, comunidad autónoma española), Bética (la mayor parte de Andalucía) y Tarraconense (todo el norte, centro y este de España, desde las actuales Galicia hasta Cataluña, Valencia, Murcia, Islas Baleares parte de Andalucía, Madrid y Castilla y León).
La conformación de algo bastante parecido a lo que hoy entendemos como estado español no se dio hasta 1469, en el casamiento de Fernando VII, rey de Aragón, e Isabel I, reina de Castilla.
Finalmente, la denominación de “Imperio Español” no cobra auge hasta la segunda mitad del siglo XVI, con Felipe II como gobernante. De hecho, a este rey se le atribuye la famosa frase “el imperio donde nunca se pone el sol”, en alusión al dominio implantado por España en Europa, América, África y Asia, continentes en los cuales poseía territorios.
De esta forma, es fácil concluir que Jesús, muerto alrededor del 30 d.n.e., de ninguna manera fue “crucificado por el Imperio Español”.
Jesús de Nazaret: ¿israelí o plaestino?
“¿Dónde nació Jesucristo? En Belén, Palestina. Cuando él nació era Palestina, hace más de dos mil años”, afirmó igualmente Maduro en el citado programa de televisión, “Él nació en un hogar judío, y luego se rebeló contra la dominación del Imperio Romano”.
A pesar de que Belén hoy se encuentra en Cisjordania, dentro del territorio entendido como Palestina, no es preciso afirmar que “Jesucristo nació en Palestina”, puesto que este término, como definición de un estado político determinado, es de uso moderno.
“Palestina formaba parte de la región conocida en la antigüedad como Canaán, donde se encontraban los reinos de Israel y de Judá”, se lee en el sitio web World History Encyclopedia, “En sus orígenes el término «Palestina» designaba un territorio del sur de Canaán, del cual una pequeña parte lo ocupaba el pueblo conocido como filisteo.”
La palabra hebrea “Israel”, por su parte, es el nombre que Dios le otorgó a Jacob, luego de que este demostrara su valor al pelear por un ángel. “Israel” significa, en hebreo, “el que luchó o peleó con Él [Dios]”. Fue utilizada por primera vez en el Antiguo Egipto, alrededor del siglo XIII a.n.e. Sin embargo, en el año 30 d.n.e., este vocablo no era utilizado como gentilicio, siendo identificados sus pobladores como “judíos” y la región como Judea, provincia romana por aquel entonces.
National Geographic, por su parte, afirma que “el 14 de mayo de 1948, el sionista David Ben-Gurión proclamó la independencia de Israel [de Gran Bretaña]”. Mientras, la idea de una nación Palestina (como la entendemos a día de hoy) no salió a la luz hasta 1964, con la creación de la PLO (Organización para la Liberación de Palestina, por sus siglas en inglés).
Según especialistas, “Palestina” era un vocablo asociado a una región delimitada por la geografía, más que por la política o la religión. Asimismo, Jesús pasó la mayor parte de su vida en Nazaret, ciudad en la que estudió y trabajó, ubicada en el actual Israel, por lo cual el argumento “geográfico” es igualmente válido para ambas nacionalidades.
Sin aspirar a desentrañar los resquicios religiosos y geopolíticos de uno de los conflictos de más larga data en el mundo, hemos intentado, al menos, demostrar que los términos “palestino” e “israelí” son históricamente imprecisos, siempre que se hable de Jesucristo. Ambos son estados modernos, más allá de sus tradiciones, costumbres y religiones milenarias.
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