Una muestra aleatoria de 101 presos políticos en cárceles cubanas permitió a la ONG Prisoners Defenders (PD) identificar al menos 15 patrones de torturas implementados por el régimen. Mediante el contacto directo con los procesados, compañeros de celda o de prisión y familiares de primer grado fue posible este informe de PD, presentado en forma de denuncia ante el Comité Contra la Tortura y el Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes de las Naciones Unidas, con el título "Las Torturas, Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes contra los Prisioneros Políticos en Cuba".
"Es además un informe analítico completo sobre las torturas infringidas de forma sistemática a todos los prisioneros políticos y sus familias", afirma la ONG, que contabiliza un total de 1167 personas recluidas por motivos políticos en la isla.
"Privación de la atención médica entre los presos políticos"; "trabajos y tareas forzados no propias de su condición de procesado o condena penal"; "patrones posturales altamente incómodos, dañinos, degradantes y prolongados"; "confinamientos de castigo en solitario; uso de la temperatura como mecanismo de tortura"; "agresiones físicas"; "conducción de forma anormal a localizaciones desconocidas para reos y familiares" y "desorientación intencionada" están entre las metodologías del horror en Cuba.
Pero también la "privación de líquidos y/o alimentos"; la "privación intencional del sueño"; "de la comunicación con familia, defensa y allegados"; "amenazas para ellos, su integridad, su seguridad y la de sus seres queridos"; "despliegue o exhibición amenazante de armas o elementos de tortura"; "sometimiento intencionado a angustia, pesar o incertidumbre por la situación de un familiar" y "humillación, degradación y maltrato verbal".
Según PD, estos mecanismos se han disparado en proporciones alarmantes a partir de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 (11J), resultando en que "Cuba ha exhibido los índices de represión más altos registrados en décadas con más de 5000 detenciones arbitrarias y más de 1167 prisioneros políticos, así como centenares de reportes de torturas".
En la denuncia de 143 páginas resalta el que tres de 101 presos investigados son menores de edad, y entre ellos se encuentra Jonathan Torres Farrat, de 17 años, quien es precisamente "la víctima que acumula mayor número de tipos de tortura".
"En una ocasión [Torres Farrat] fue esposado a una reja colgado, en un cuarto frío, y posteriormente golpeado. Lo confinaron a una habitación fría por exigir que no lo golpearan más (...) A la madre de Jonathan, Barbara Farrat Guillén, se le ha prohibido en múltiples ocasiones ver a su hijo, e incluso se le ha amenazado con la integridad física de Jonathan como represalia contra las denuncias que formula", reza el documento.
En cifras, el 77% de los reos ha sido sometido a cinco o más tipos de torturas, mientras que el 65,91% ha sufrido amenazas para ellos, su integridad, su seguridad y la de sus seres queridos.
Al decir de PD, el 11J "fueron detenidos y encarcelados miles de manifestantes, y en algunos casos fueron a prisión varios miembros de una misma familia, hecho que ha permitido al régimen represor innovar su práctica de sometimiento intencionado a angustia torturando al prisionero en presencia de su familiar".
Ferrer está recibiendo ataques sónicos constantes, a lo que se suma ahora un envenenamiento químico.
En casos como el de Iván Hernández Troya (26 años) el informe señala que se han aplicado los 15 patrones de tortura. Asimismo, la organización explicó que la víctima que con mayor intensidad sufre estos tratos es José Daniel Ferrer García (51 años), líder de la Unión Patriótica de Cuba y del Consejo para la Transición Democrática en Cuba.
"Está recibiendo ataques sónicos constantes desde hace 260 días, a lo que se suma ahora un envenenamiento químico desconocido, y que está encerrado todo este tiempo aislado, y en una celda de castigo preparada tecnológicamente para estas torturas (...) Su degradación física y psicomotriz es paulatina debido a esta tortura constante destinada a asesinarle lentamente", contó a PD Ana Belkis Ferrer, hermana del reo.
Por otra parte, el 84,09% de los procesados fueron privados de la comunicación con sus familiares, allegados o abogado durante períodos que oscilan entre las 72 horas hasta más de 3 meses; más de la mitad fueron confinados de castigo en solitario; el 29,55% sufrió desorientación intencionada; el 76,14% ha sido víctima de algún tipo de humillación, degradación o maltrato verbal por parte de las autoridades o sus auxiliares y el 100% de los procesados que necesitaron atención médica les fue negada, entre otras estadísticas que evidencian el pandemonio del horror que viven en Cuba quienes disienten de la ideología del poder totalitario.
En otro acápite, PD toma nota de decenas de presos con doble nacionalidad y las acciones de sus países ante las arbitrariedades en la isla: "salvo Estados Unidos, el resto de los países, España, Canadá y Alemania, por poner los tres ejemplos, han dejado sin protección alguna a sus ciudadanos hasta el momento".
Por último, la organización recomienda extrapolar los datos de este exhaustivo informe a la totalidad de los presos políticos cubanos. Así, si los 101 casos analizados representan el 8.65%, extrapolar nos da una idea de a cuántos presos políticos se les ha aplicado cada una de las distintas torturas identificadas en la isla y estos números nos hablan de que, por ejemplo, 889 prisioneros han sido sometidos a humillaciones, degradaciones o maltrato verbal; 981 a privación de comunicación con familia, defensa y allegados; 650 a agresiones físicas; y 597 a privación del sueño intencional.