La justicia de Argentina reabrió el caso impulsado por la cubana Mavys Álvarez contra el fallecido futbolista Diego Armando Maradona y las autoridades cubanas y argentinas por “tráfico de personas” tras haber permitido que el deportista la llevara al país sudamericano siendo menor de edad para operarle los senos, informó Infobae.
Según el reporte del medio de prensa la Sala I de la Cámara Federal ordenó desarchivar la denuncia realizada por la cubana en 2021, quien mantuvo una relación con el deportista argentino cuando se radicó en Cuba a inicios del siglo XXI para tratarse la adicción a las drogas.
Álvarez denunció tanto a Maradona como a su entorno por trasladarla a Argentina siendo menor de edad, pero el juez encargado del caso inicialmente, Daniel Rafecas, lo archivó alegando que los delitos habían prescripto debido al paso del tiempo.
En esta ocasión son los funcionarios cubanos y argentinos quienes se encuentran en el foco de la investigación. También podrían estar implicados dos amigos de Maradona llamados Carlos Ferro Viera y Gabriel Buono, quienes solían viajar con el astro argentino y participar en las fiestas que este organizaba.
También el dictador cubano Fidel Castro aparece en la querella impulsada por Mavys Álvarez, pues sus abogados aseguraron que este fue “una persona instrumental y necesaria para el irregular traslado de la víctima al territorio argentino”.
“En cualquier caso, la víctima permaneció en Argentina merced al permiso de Fidel Castro y fue retornada cuando aquel lo comandó, con lo cual su dominio de la situación no cesó en ningún momento”, añadieron los abogados de Álvarez, quien tiene una foto con el dictador cubano y el futbolista argentino como evidencia del conocimiento de este de la relación que sostenían siendo ella menor de edad.
La joven cubana también ha denunciado que su propia familia fue infiltrada por agentes de la Seguridad del Estado cubano debido a su cercanía a Maradona y sus encuentros con Castro, quien tenía muy buena relación con el futbolista.
Sobre los dos meses que permaneció en Buenos Aires en el año 2021 la joven cubana afirmó que no le permitieron salir sola de los hoteles ni la vivienda donde se alojó, y que solamente pudo realizar dos actividades por su elección: la visita a una tienda y a un zoológico, pero siempre acompañada por personas que trabajaban para el futbolista.
“Del mismo modo, en Argentina, y aun siendo menor de edad, fui presionada a realizarme una operación de aumento de mamas, la que se realizó en el país sin autorización de ninguna persona responsable por mí. En las mismas circunstancias me suministraron drogas en el país, las cuales me acarrearon una adicción durante muchos años. Las secuelas de lo que viví perduran hasta hoy”, añadió Álvarez.
En declaraciones a Infobae, la cubana acusó al futbolista de violación: “Maradona me tapó la boca para que yo no gritara, para que no dijera nada y abusó de mí. Mi mamá vino a verme ese día a la casa donde estábamos en La Habana y Diego no le quiso abrir la puerta de la habitación. Mi mamá tocó y él no abrió. Me violó. Eso fue lo que pasó”.