Esta semana falleció el renombrado naturalista cubano Orlando Garrido, quien persistió en su incansable búsqueda de descubrimientos científicos hasta el final de sus días.
Reconocido por su multifacética carrera, también fue un destacado tenista, llegando a participar en los campeonatos mundiales de Wimbledon, y un notable naturalista con una vasta colección de especies. Su vida estuvo marcada por una profunda dedicación a la biología, iniciada en su juventud y consolidada con estudios en la Universidad de Miami.
A lo largo de su carrera, describió numerosas especies, especialmente de anolis, y mantuvo colaboraciones internacionales. Su labor ha sido reconocida con múltiples honores, incluyendo su inclusión en el Salón de la Fama del tenis cubano y membresías en prestigiosas sociedades científicas internacionales.