El informe anual del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la situación de los derechos humanos en el mundo citó varios informes de organizaciones feministas cubanas como el Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT) respecto a la violencia de género en la Isla y la persecución gubernamental a las activistas feministas.
El documento, que no reflejó mejoras en la situación de los derechos humanos en la Isla respecto al año anterior, señaló que “varios informes de grupos de defensa de los derechos de la mujer indicaron que no se denunciaban todos los delitos contra las mujeres y que el Estado no investigaba muchos casos”.
También denunció que, pese a la insistencia de las plataformas feministas, “el Gobierno se opuso a cualquier programa no patrocinado por el Estado que se centrara en la violencia de género” mientras “la policía también hostigó a pequeños grupos de mujeres que se reunían para debatir sobre los derechos de la mujer y cuestiones de género en general, incluidas las que seguían de cerca y denunciaban los feminicidios”.
Otro de los señalamientos al manejo de las autoridades cubanas respecto a la situación de las mujeres en Cuba fue que “el gobierno no publicó estadísticas sobre detenciones, procesamientos o condenas por delitos relacionados con el acoso sexual durante el año” ni “hubo cifras oficiales de feminicidios”.
En cambio, el informe estadounidense indicó que “Alas Tensas hizo un seguimiento de 55 feminicidioshasta agosto”, mientras “los medios de comunicación oficiales no informaron de ninguno de estos asesinatos ni de las estadísticas de feminicidios”.
El texto también cuestionó la falta de información pública y las limitaciones de acceso a la salud sexual y reproductiva dadas por la escasez de medicamentos y la crisis del sistema de salud cubano.
Informes creíbles de torturas
En otro apartado, el documento denunció que “entre las cuestiones importantes de derechos humanos figuran informes creíbles de ejecuciones arbitrarias o ilegítimas, incluidas ejecuciones extrajudiciales; torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes por parte del Gobierno” de Cuba.
El informe anual del Departamento de Estado de EEUU también reflejó “condiciones penitenciarias duras y potencialmente mortales; arrestos y detenciones arbitrarias; graves problemas con la independencia del poder judicial; prisioneros políticos; represión transnacional contra personas en otro país; interferencia arbitraria o ilegal con la privacidad; castigo a familiares por presuntas ofensas cometidas por un familiar; graves restricciones a la libertad de expresión y la libertad de prensa, incluida la violencia o amenazas de violencia contra periodistas, arrestos o procesamientos injustificados de periodistas".
La censura y las restricciones en Internet, así como la persecución a derechos como el de reunión pacífica y libertad de asociación fue otro de los temas analizados en el informe, donde señalaron “leyes demasiado restrictivas sobre la organización, financiación u operación de organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil”.
Otras cuestiones recogidas en el informe anual sobre derechos humanos fueron las limitaciones a la libertad religiosa y las restricciones a la libertad de circulación y residencia dentro del país, así como del derecho a salir al extranjero.
El texto también denunció la “incapacidad de los ciudadanos para cambiar su Gobierno pacíficamente mediante elecciones libres y justas; restricciones graves e irrazonables a la participación política” y la situación de los más de mil prisioneros políticos, quienes “están detenidos injustamente y sometidos a malos tratos” mientras “sus familiares también son blanco de amenazas”.