La formación de la tormenta tropical Sara en el oeste del Mar Caribe representa una gran amenaza para Cuba, que aún lucha por recuperarse de los graves daños ocasionados por el reciente huracán Rafael, pues el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EEUU informó este martes que las condiciones atmosféricas son propicias para que el sistema evolucione a depresión tropical o tormenta en los próximos días, con una probabilidad de formación del 80%.
Los expertos prevén que la tormenta puede dirigirse hacia el noroeste en los próximos días, un rumbo que amenazaría directamente a la isla. De confirmarse su llegada, las zonas ya debilitadas por Rafael enfrentarían un nuevo golpe, lo que dificultaría aún más las tareas de recuperación y pondría a prueba la resistencia de los sistemas de emergencia en un momento de gran vulnerabilidad para Cuba.
El impacto de Rafael dejó profundas secuelas en la infraestructura y en la vida cotidiana de los cubanos. Artemisa, la provincia más golpeada, registra miles de personas aún sin electricidad, graves daños en la agricultura y una carencia generalizada de servicios básicos, como el agua potable.
La situación no es mejor en otras regiones, como Mayabeque y La Habana, donde persisten los cortes de electricidad y la escasez de agua afecta a cientos de miles de habitantes. A esta crítica situación se suman los daños en viviendas y las dificultades para reiniciar las actividades escolares en condiciones de seguridad.