La cadena internacional española Axel Hotels y el grupo empresarial turístico cubano Gaviota elevaron este martes a dos el número de hoteles concebidos con un ambiente amigable para la comunidad LGTBIQ+.
No se trata de un mimo a lesbianas, gais, bisexuales, transgéneros, intersexuales y queer, como supuso una lectora de Cubadebate en su comentario a la información que la página oficialista brindó hace unos meses anunciando la próxima apertura del hotel Telégrafo Axel Hotel.
Muy contenta, la entusiasta comentarista aplaude el ejemplo dado por el Grupo de Turismo Gaviota y Axel Hotels “de que se puede hacer más y que se puede trabajar en favor de todos por igual” y celebra que “la comunidad tenga un lugar donde amarse sin la preocupación del rechazo”. Como si en Cuba, con una sociedad cada vez más abierta a las opciones sexuales diversas, algo así fuera una necesidad vital. Porque no es la sociedad quien segrega, ni quien construye guetos de lujo para LGTBIQ+ con tarjetas de crédito bien provistas.
La primera de estas instalaciones fue inaugurada en Cayo Guillermo y opera desde diciembre de 2019. Se trata del resort de cinco estrellas plus Grand Rainbow Muthu Cayo Guillermo, operado por la cadena MGM Muthu Hotels y Gaviota, cuyas prestaciones harían flaquear la heterosexualidad de cualquiera.
Como si los turistas LGTBIQ+ se quejaran del ambiente hostil de los paraísos hoteleros cubanos, los directivos de MGM Muthu Hotels se muestran orgullosos “de ser la primera cadena que decide abrir un hotel dedicado al segmento LGTBI en Cuba”.
Y tan mala no debe de haber sido la experiencia, cuando, otra vez la corporación Gaviota, esta vez asociada con la cadena internacional española Axel Hotels, inaugura el primer hotel de ciudad para los colectivos sexualmente diversos, en el antiguo hotel Telégrafo de La Habana. Aunque Silvia Pérez, directora de Comunicación y Marketing de Axel aclara que los hoteles de esta cadena son espacios concebidos “por y para la comunidad LGBTIQ+, pero abiertos a todo el mundo, en los que cualquier persona es bienvenida”.
O sea, paga y, sea cual sea tu opción sexual, podrás disfrutar de alguna de las 63 habitaciones, el restaurante, el Spa, el lounge bar, el solárium, la terraza con piscina, cualquiera de las otras instalaciones ofrecidas en el Axel Hotel Telégrafo y la obsequiosidad de su personal, especialmente entrenado para la labor por el Departamento de Investigación y Docencia del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (Cenesex), como lo fueron los trabajadores del Grand Rainbow Muthu Cayo Guillermo.
Esta lujosa segregación contrasta con el trato recibido por LGBTIQ+ políticamente incorrectos, como el reportero de ADN Cuba Héctor Valdés Cocho, quien narró hace unos meses en un post de Facebook cómo un par de oficiales ignoraron su intención de denunciar la agresión sexual que sufrió mientras estaba detenido en un calabozo.
El gobierno que enterró en el olvido sus intentos de reeducar a los homosexuales en las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) ahora crea paraísos LGBTIQ+ que, de resultar una experiencia rentable, podemos esperar que se reproduzcan por todo el país, como “señal de una sociedad que avanza en la inclusividad y el respaldo a los derechos de la comunidad LGBTIQ+”.