Un estudio de la Oficina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha revelado recientemente que muchas familias cubanas recurren a métodos violentos para disciplinar a menores de edad.
Este informe reveló que el 41.6 % de los menores entre 1 y 14 años en Cuba ha experimentado métodos violentos de disciplina. Mientras, el 33% ha sido objeto de castigos físicos y el 29% de agresión psicológica.
La violencia a esta edad puede estar relacionada con el bullying o acoso escolar, los abusos sexuales o la violencia digital, situaciones muchas veces fomentadas desde el hogar.
En el texto se asegura que la exposición temprana a la violencia afecta negativamente el aprendizaje y la socialización en niños y adolescentes, perpetuando patrones de conducta violentos.
“Este estudio marca las interrelaciones entre las violencias", puede leerse en el documento original. "Cuando pensamos la violencia hacia las infancias, también lo hacemos con la violencia contra las mujeres, la violencia de género".
En Cuba, la violencia se ha normalizado cada vez más en los últimos años, debido en buena parte a la severa escasez y a las crecientes dificultades económicas. Los métodos violentos de disciplina en hogares y la agresividad en espacios públicos reflejan la desesperación y el estrés diario de la población que lucha por satisfacer necesidades básicas.