Cocuyo
Zigzaguea la muerte de verde
a medianoche en mi cuarto
llora un niño pretérito
los meneos del humedal
aruñan más que si fuera cierto
Hay un dios/ un ángel y un pez
en mi cabeza de ciervo
achica las alas el monte
frescura del sello
Alguien tuesta maní en una casucha
el viento embajador del misterio
zigzaguea la vida en verde a medianoche
¡Borrasca
no consigo despertar!
Me avientan susurros
a la piedra que ablandaré
por la frescura del sello y los meneos
Hay un pez/ un ángel y un dios
en mi cabeza de ciervo
no huyo
me rehago en el celaje
no medito avenidas a las extrañas luces
Desde el instinto de restauración
La vida una crueldad
con su tiempo e ideas precoces,
Oh tenue imaginación,
la vida un pantano de ojos
y métodos bajo la máscara.
Andamos, andamos sin saber,
gemimos la canción
que nunca viene y siempre está.
La vida una antorcha de muerte,
pero no la muerte despojo,
tristeza ¡No!
Esa de todos en uno mismo
y en el fango que te engendra,
la vida impase,
Oh sueño de colores,
el asfalto donde me hago viejo.
Ayer entré a los bares
y sentí un orgulloso aburrimiento,
aun así vuelvo a ellos
por determinación de parásito.
Mañana me acostaré en cualquier lecho,
recordando mis escenas
de rey y de arquitecto.
Así las dudas,
los criterios forúnculos
y puedo andar el hambre.
Menos mal que hay bahía y cánticos
en el dolor,
menos mal que algo bueno
de vez en cuando llega,
la luz de un retiro,
la guardia baja,
el tulipán de la ventana
que apresa tu aliento;
Menos mal,
pones en una balanza el teatro
y el ánimo de seguir.
Descubres ingenuidad,
a pesar de la gloria perdida.
Menos mal que hay licencia
para hablarle a tu alma
desde el instinto de restauración.
Recital
Estaba feliz en las columnas
contemplando a Drummond y Saramago
presos en el tiempo como yo en el espacio
Estaba aterido en mis dolores de asno
mas erguía la cabeza a los árboles
y a las nubes
junto a la obra y al pesimismo de los gigantes
en la factoría de sueños
que poco a poco nos llevan a la singularidad
Anochecía mi té
En los faroles copulaban lagartijas
me sentí digno/ triste/
deudor a la niebla
y a los ojos de Cristo
Estaba peleándome en las columnas
ahíto de promesas y descuidos
tan pueblo como azúcar
tan preso en el tiempo
aferrado a la música de las palabras
como ellos al espacio
y éramos fraternos
y el mundo seguía cambiando
Oración del Puerto
Agua que asciende en la pista
Agua que observa el bautizo en las palmas
Agua de cables y palomas
Agua toque de queda
Agua del óxido y el desenfreno
¡Tráiganme los barcos
Limpien mis llagas
Alegren a los braceros!
Agua abismal
Agua de montaña
De los diques y los nombres bajos
Agua de las almenas donde canta Oliverio
Agua al norte de Los Ángeles
Al sur de Noruega
Al centro de África
¡Tráiganme los barcos
Limpien mis llagas
Alegren a los braceros!
Agua disgusto
por tanto tiempo cayendo en el barro
Agua en espiral
Agua nerviosa en la mente de Dios
Agua del taciturno y de la monja
dibujada en tu gozo
¡Tráiganme los barcos
Limpien mis llagas
Alegren a los braceros!
Agua epistolario
Agua de fiesta andina
Agua maromera
Agua y lotos
Agua de las mazorcas
techo césped cortado
¡Tráiganme los barcos
Limpien mis llagas
Alegren a los braceros!
Agua burda
Agua a colores de un hindú psicoanalista
Agua en las piernas de Abya Yala
Agua de mis sueños y de los tuyos
plausible final del beso
capitel cine de cualquier pueblo
¡Tráiganme los barcos
Limpien mis llagas
Alegren a los braceros!
Agua del coyote Del insecto Del lagarto
Agua del plátano
Agua del piso colonial
Agua taínos
que navegan en canoa a la isla virgen
¡Tráiganme los barcos
Limpien mis llagas
Alegren a los braceros!
Agua de mis toldos
Agua filipina que ama el cocodrilo
saltos en la frente de Europa
tifones del Japón
géiseres que se llevan mis ojos
¡Tráiganme los barcos
Limpien mis llagas
Alegren a los braceros!
Aguas de Afrodita
De Atilas
De las barcas vikingas
y los pescadores egipcios
Del Titicaca y el Cauto
De Lucerna
De Ámsterdam
De Venecia
De Tanquian
De Moscú
De Salzburgo
¡Tráiganme los barcos
Limpien mis llagas
Alegren a los braceros!
Agua del cielo que me redime
De los sumerios amantes de la cerveza
De los plantíos rumanos
De los copacabanos
De las fallas
De madrinas
rocinantes y quijotes
¡Benditas por Siempre!
¡Sin ustedes nada soy!
¡Es el momento de cantar
Nos gusta Evaporarnos!
¡Tráiganme los barcos
Limpien mis llagas
Alegren a los braceros!
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