Aventuras de Oliverio Twist
Grito agudo del corderillo al que criar
recién parido ser mortal en el llamado hospicio
mientras su madre lo abandona estremeciéndose para siempre
besándolo por única vez
Los parroquiales lo condenan —¡magnánimamente!—
a vivir con (y eventualmente a morir de) hambre
distraída por patadas y coscorrones de diligentes celadores
tundas repartidas a otros desgraciados caballeretes
sucios y hasta piojosos por añadidura
famélicos alucinadores de la gorda manteca
Oliverio es designado delegado y atrevido pedigüeño
y el director resuena la testa de Oliverio con un cucharón
en malhadados tiempos incompasivos
(Añadir cinco libras al incordio en forma de futuro aprendiz de cualquier arte u oficio
sortear a quien desholline cogitando sobre deudas y penurias)
Quédase alquilado el niño al funebrero
traga sobras y duerme entre ataúdes
¡Pamemas! estalla el condigno administrador de justicia
estupefacto Oliverio, después perseguido e inclusive baleado
aprendiendo y lastimándose en el melodrama.
Los cosacos
Muchachas de la aldea provocadas por los uniformes
(aman dos a Mariana)
sangre, humo, detonaciones en el heno
(Mariana se dejaba —¡Oh!— se dejaba galantear)
los chechenes, los caballos y los gritos
(bruscos pudor o altanería)
Uno agoniza
otro retorna a entrañables
nevadas y silenciosas calles de Moscú.
Ana Karenina
Karenin, el opio, mi amante, mi hijo
mis celos, mi opulencia
mi abandono.
Resurrección
Nejliudov
príncipe y todo
no puede más con su conciencia
con su mala conciencia
con la voz de su mala conciencia
(Y Tólstoi con la ligera sugestiva
bizquera del ángel seducido).
La sonata a Kreutzer
Beethoven allí en el salón
y ese presto de los mismos infiernos
Animal magnético el inspirado
¿de dónde ese caudal injurioso…?
La borrasca
El trineo chirrió y el barín arribó
atrás el sueño, las verstas y el sopor helado de la estepa
y las medidas de aguardiente de los cocheros
y otra vez el sueño en menudos copos.
Iván, el imbécil
Argucias y monedas de oro de los malévolos
se desvirtúan escandalosamente
Viejos y jóvenes malévolos tragados
por la tierra y las pasiones
Reino diáfano
equitativo
benévolo
artesanal.
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