A falta de puerco, pollo, pescado o cualquier otro sucedáneo en la Cuba castro-caneliana, próximamente tendremos que cocinar platos más "asequibles".
En algún momento (¿acaso todavía?) los gatos callejeros cumplieron esta misión y, según lo visualiza el artista urbano Yulier P., muy pronto le hincaremos el diente a las piedras, nuestra "última esperanza".