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Narrativa

"No hay nada inauténtico en ese famoso poema, salvo el hecho —insignificante, si me preguntan a mí— de que es falso".

"Va a comenzar el boxeo, tenemos a tres en la final, pero Rómulo es el hombre, el único al que le tengo confianza". 

"La curiosidad inicial era el portón, que uno empujaba libremente y abría hacia la derecha. Pues ¿hacia dónde debía abrir la puerta de un zurdo?"

"Demasiadas veces había tenido la visión del tren que lo llevaba a Guantánamo, y era tan real que llegaba a sentir el calor del vagón, los brincos, los chirridos de las ruedas de metal sobre los rieles".

"Iba a suceder igual que siempre, eso creyó, sería ignorado como un perro sin nombre, tachado de una lista de concursantes, por lo que todo para él seguiría siendo la misma cosa, terminaría devorado por la rutina y por los que lo rodeaban".

"Mi madre atrapó con sus dedos, ya completamente azules, el comienzo de la línea de tiempo, el año 1960, y cerró el libro con la determinación de quien da un portazo..."

"Caminábamos en fila india, imitando a una columna militar, por los incipientes matorrales del inmenso solar que en su día había sido sede de un montón de casitas donde vivían varias familias chinas del pueblo...".

El poeta Santana era mi ídolo. Podía imaginarlo en el último salón al lado del estante de literatura latinoamericana; detrás, una ventana inmensa por donde nunca entraba el sol, pero sí una claridad i...

A Carlitos, su cuento. Desde luego he conocido la desdicha como todos los hombres y he conocido también la dicha, como todos los hombres. Estuve en el infierno y el paraíso, como Dante, el cual señala...

Llevando en su mano derecha la cesta de plástico con los productos de la compra, Caridad se acerca a la caja en la tienda de Adham. Aborrece entrar a este establecimiento, y aborrece encontrarse con s...

Era una mañana gloriosa. Una luz dorada lo envolvía todo, y una ligera brisa soplaba del sureste. Los edificios que rodeaban la Plaza de la Revolución relucían sus vidrios ahumados y su metal bruñido ...

Los toques en la puerta te hicieron afinar el oído en el baño; volvieron a tocar. Ahora, segura de que te buscaban, gritaste: Me estoy bañando. Insistieron y gritaste: ¡Vaaa, que me estoy bañando! Los...