Un exquisito cuento breve de Félix Sánchez, maestro del absurdo cotidiano que nos cuenta sobre familias e individuos atrapados en la historia política.
Franz Kafka representó con sobriedad extrema la alienación del individuo en las sociedades modernas, y el absurdo pero ubicuo poder de las burocracias.
En este cuento, Ítalo Calvino apela al absurdo y el humor para ofrecernos el retrato de un pueblo donde la corrupción es la norma y la honestidad una anomal
"Cuando íbamos ya saliendo de pase, que empezó el chistecito entre él y Anthony, yo le tiré una piedra que le partió la cabeza y se formó tremenda timba."