Los toques en la puerta te hicieron afinar el oído en el baño; volvieron a tocar. Ahora, segura de que te buscaban, gritaste: Me estoy bañando. Insistieron y gritaste: ¡Vaaa, que me estoy bañando!
Los...
Llegas a la casa sudando; la noticia de la muerte de Ismael y Papo en la cárcel, te golpeó fuerte. Nunca pensaste en eso, y la verdad es que no querías que les pasara nada; los echaste pa´lante por la...